Qantas y Jetstar están ajustando los niveles de vuelo para adaptarse mejor a la demanda de viajes a la luz del repentino crecimiento de los casos de COVID-19. El Grupo Qantas espera ahora que la capacidad nacional para el tercer trimestre del año fiscal 22 se sitúe en torno al 70% de los niveles anteriores a COVID, frente al 102% previsto.
Los cambios de horario se centran en la reducción de la frecuencia de los servicios y el tamaño de los aviones para minimizar las molestias a los pasajeros en la medida de lo posible.
La capacidad internacional total del Grupo para el mismo periodo se reducirá del 30% al 20% aproximadamente de los niveles anteriores a COVID. Esta reducción se debe al aumento de las restricciones de viaje en países como Japón, Tailandia e Indonesia y afecta sobre todo a las rutas de ocio de Jetstar. Otros mercados, como Londres, Los Ángeles, Vancouver, Johannesburgo y la India, siguen funcionando bien.
A partir de finales de enero se contactará directamente con los clientes si su reserva se ve afectada por las cancelaciones y se les ofrecerán vuelos alternativos que, en la mayoría de los casos, probablemente supongan una diferencia de unas pocas horas si el viaje es nacional.
Qantas y Jetstar siguen contando con el 100% de su tripulación disponible en Australia, lo que ha contribuido a minimizar el impacto de la necesidad de auto-aislamiento durante el pico de verano. Este nivel del 100% de la tripulación se mantendrá a pesar de las reducciones de capacidad anunciadas hoy, dando a ambas aerolíneas un colchón significativo para gestionar las necesidades de aislamiento en curso y dando lugar a un horario más fiable para los pasajeros.
El impacto financiero de estos cambios se evaluará en los resultados semestrales del Grupo a finales de febrero, momento en el que se tendrá una visión más clara de los factores de oscilación, como los niveles reales de demanda, la posible flexibilización o endurecimiento de las restricciones de viaje en los países de ultramar y la respuesta de los consumidores a la reapertura de Australia Occidental el próximo mes. No se han realizado ajustes importantes en las expectativas de capacidad para el cuarto trimestre del año fiscal 22.
El consejero delegado del Grupo Qantas, Alan Joyce, dijo: «El repentino aumento de los casos de COVID está teniendo un impacto evidente en el comportamiento de los consumidores en varios sectores, incluido el de los viajes, pero sabemos que es temporal».
«Afortunadamente, Australia tiene una de las tasas de vacunación más altas del mundo y la variante Omicron es más leve que sus predecesoras. Por lo tanto, a pesar de lo difícil que es esta fase, somos optimistas de que es probable que se acelere la vuelta a la normalidad».
«La gente ya está mirando más allá de lo que está sucediendo ahora, con reservas tempranas para las vacaciones de Semana Santa en abril que parecen prometedoras, tanto nacionales como internacionales.
Tenemos la flexibilidad de volver a añadir capacidad si la demanda mejora antes de lo esperado, pero el 70% sigue representando una gran cantidad de vuelos nacionales y es una mejora considerable respecto a los niveles que teníamos hace tan sólo unos meses».
Seguimos centrándonos en la rentabilidad de los vuelos, a pesar de algunos de los costes que tendremos que absorber por esta repentina caída de la demanda».
«Quiero dar las gracias a nuestro personal, que ha hecho un trabajo extraordinario para ayudar a más de un millón de australianos a viajar durante las vacaciones de verano, y a nuestros clientes por su continua comprensión mientras atravesamos estos últimos desafíos. Es un momento difícil para toda la comunidad, pero lo superaremos», añadió Joyce.
Para dar más confianza a los clientes a la hora de reservar vuelos internacionales y nacionales, Qantas ha ampliado el programa Fly Flex, que permite a los clientes cambiar las fechas de sus viajes tantas veces como necesiten, sin pagar tasas (puede aplicarse una diferencia de tarifa).
Qantas/Enero 13 de 2022
