Con el fin de servir de instrumento para ayudar a los países devastados por los conflictos y crear las condiciones para que se alcance la paz en ellos, las misiones de paz permiten aplicar acuerdos que buscan la armonía entre las naciones, ayudando así no sólo en materia de seguridad, sino también en cuestiones sociales y políticas, como la construcción de hospitales, el fomento del respeto de los derechos humanos, la celebración de elecciones democráticas, la formación de personal militar y el apoyo al retorno de los refugiados y las poblaciones desplazadas. Es en este sentido que el término Mantenimiento de la Paz está tan extendido, ya que es una forma de resolver los conflictos internacionales.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció el 29 de mayo como Día del Personal de Paz en 2002, en alusión a la primera misión de mantenimiento de la paz respaldada por la ONU, que comenzó en Palestina en 1948. Fue el inicio de una trayectoria de más de 70 misiones de esta naturaleza, en las que participaron militares de las Fuerzas Armadas, civiles y policías.
En muchos momentos, las Fuerzas de Paz se denominan Soldados de Paz o Cascos Azules, en referencia al color del equipo de protección que utilizan los militares que trabajan en las misiones de paz de la ONU.
Brasil en las operaciones de paz
Brasil ha ocupado una posición destacada en las operaciones de paz bajo la égida de las Naciones Unidas, participando en 7 de las 12 misiones actuales de la ONU. Alrededor de 250 militares brasileños, de las Fuerzas Armadas y de la policía, participan en operaciones en todo el mundo: en la República Centroafricana, Sudán del Sur, República de Sudán, Sáhara Occidental y República Democrática del Congo, entre otros. Algunas de sus funciones son distribuir agua y alimentos, rescatar a los rehenes y proteger a los civiles, con el uso de la fuerza sólo permitido en casos de autodefensa.
Actualmente, la FAB forma parte de la Misión de las Naciones Unidas para la Organización de un Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO), donde la Organización mantiene una misión desde 1991, con el fin de supervisar un acuerdo de paz entre Marruecos y el Frente Polisario, que busca la independencia del territorio del Sáhara Occidental.
Como observador militar de la MINURSO, el Teniente Coronel del Aire Pablo Fontes cumplió la función de verificar que ambas partes del conflicto respetaran el alto el fuego, de acuerdo con el mandato de la misión. «Después de seis meses, fui asignado al sur de la misión y al lado marroquí, en la región de Team Site Awsard, realizando la misma función, que es verificar y comprobar que las partes cumplían con todas las reglas del acuerdo», dijo el oficial de la Fuerza Aérea Brasileña que sirvió como observador militar en el continente africano de 2014 a 2015.
El Sáhara Occidental es una región controlada y administrada por Marruecos desde la llamada Marcha Verde, protestas celebradas en 1975 que obligaron a España a abandonar el territorio. Tras años de guerra civil con el movimiento político-revolucionario a favor de la autonomía de la región, se instaló una misión de la ONU en el Frente Polisario, región en la que se instituyó un movimiento de resistencia a la dominación marroquí.
FAB/Mayo 29 de 2022
