Los aviadores asignados a la 109ª Ala de Transporte Aéreo de la Guardia Nacional Aérea de Nueva York hicieron historia con el primer «paseo del elefante» de la unidad el 10 de septiembre. Nueve aviones del ala rodaron por la pista en intervalos y luego despegaron para volar en misiones de entrenamiento por el noreste.
El término «paseo de elefantes» se remonta a la Segunda Guerra Mundial, cuando grandes flotas de aviones rodaban juntas. Los aviadores de la época decían que parecía una manada de elefantes marchando hacia un abrevadero. El evento requería una extensa preparación para asegurar que el mantenimiento, las operaciones y la planificación de la tripulación estuvieran alineados y programados correctamente, dijo el Coronel Christian Sander, comandante del Ala Aérea 109.
El paseo de los elefantes sirvió como una oportunidad de moral y de unión de equipo para los aviadores mientras trabajaban para asegurar que los tres C-130 y los seis LC-130H estaban en condiciones de volar, dijo.
«Estoy extremadamente orgulloso de este enorme logro de nueve aviones por primera vez en la historia», dijo Sander. «Nunca en la historia del 109º hemos intentado ni hemos tenido éxito en un esfuerzo tan ambicioso.
«Cada uno de nosotros se puso un poco más alto y caminó un poco más orgulloso al ser testigo de cómo los nueve aviones tomaban el cielo y partían para una salida de entrenamiento completa. El 109º cuenta con algunos de los mejores aviadores de todo el país, y lo hemos demostrado inequívocamente con este evento», dijo Sander.
La mejor manera de describir el esfuerzo es con todas las manos en la cubierta, dijo el sargento mayor Dave Cunningham, superintendente de producción del 109º.
Cunningham es el responsable de planificar y programar el mantenimiento para mantener los aviones del 109º en funcionamiento.
«Todo el concepto detrás de esta caminata fue el trabajo en equipo, la camaradería y hacer que todos en la sección de mantenimiento entiendan que todos tenemos una parte aquí», dijo Cunningham.
Los equipos de mantenimiento tenían menos de dos semanas para asegurarse de que todo estaba operativo.
«Estábamos escasos de tiempo, y algunos dudaban de que fuera a suceder», dijo Cunningham.
A cuatro equipos de mantenimiento, de 30 aviadores cada uno, se les asignaron aviones específicos.
«Cogimos a personas que normalmente están en el taller de atrás y las pusimos a cargo de los equipos. Les dimos nuevos objetivos que alcanzar, y los superaron. Todos hicieron un trabajo excelente en general», dijo.
El objetivo de lanzar los nueve aviones a la vez supuso un reto para todas las partes del ala, dijo.
«Esta fue la primera marcha que he visto o de la que he formado parte. Planificar nuestras misiones locales es una cosa, pero no pensé en todas las demás entidades de la base que tendrían que involucrarse para organizar algo así», dijo Cunningham.
El Mayor N. Justin Garren, oficial de operaciones del 139º Escuadrón de Transporte Aéreo, dijo que la planificación de nueve vuelos de entrenamiento separados era compleja.
«Todas nuestras aeronaves iban en direcciones distintas por todo el estado, por lo que había que hacer muchos arreglos con los aeródromos. También tuvimos que coordinar un regreso escalonado para que nueve aviones no intentaran aterrizar aquí al mismo tiempo», dijo Garren.
«Esto es lo que hacemos a diario, tanto si se trata de volar carga a algunos de los lugares más remotos del planeta como de poner nueve en el cielo en el área local. Esto es lo que hacemos, y lo hacemos bien», dijo.
Espectadores de toda la base acudieron a la línea de vuelo para ver el paseo del elefante.
«Cuando miré a mi alrededor, creo que no vi a ninguna persona sin una sonrisa en la cara», dijo Cunningham.
ANG/STRATTON AIR NATIONAL GUARD BASE, N.Y. Septiembre 16 de 2022
