Del 7 al 18 de octubre, la Escuela de Aviación de Cazas (EAC) de la base aérea 709 de Cognac-Châteaubernard se despliega en la base aérea 126 de Ventiseri-Solenzara, en Córcega. Este viaje de cinco PC-21, doce pilotos instructores, once pilotos en formación, un agente de operaciones (marcador) y un instructor de simulador de vuelo, forma parte de la formación de pilotos de combate.
Córcega es seguramente uno de los mejores lugares de Francia para practicar el vuelo de un avión de combate. Gracias a su terreno montañoso y su acceso directo al mar, la Isla de la Belleza cuenta con una variada zona de entrenamiento para futuros pilotos de combate de la Fuerza Aérea y Espacial (AAE-L’Armée de l’Air et de l’Espace).
A lo largo de quince días, practicarán su soltura y agilidad para adaptarse a los nuevos procedimientos de llegada y salida. Para ello, los alumnos pilotos estarán siempre a los mandos del Pilatus PC-21, el avión de entrenamiento de tripulaciones de caza de la AAE. Equipado con una cabina moderna, la aviónica de este aparato es muy similar a la de un avión de combate de última generación, explica Alexandre, comandante del escuadrón de formación de vuelo 3/13 “Auvergne” de Cognac. «Los alumnos, que se encuentran en la fase final de su formación, deben adquirir todos los conceptos tácticos esenciales, además de ganar experiencia y autonomía. Córcega es un terreno de entrenamiento ideal», continuo.
Preparando para la vida en un escuadrón
Cada día, los pilotos en prácticas realizarán cuatro rotaciones, además de los tradicionales vuelos nocturnos. Cada vuelo va precedido de una preparación de la misión, seguida de un debriefing, lo que exige a los alumnos y a sus instructores una concentración extrema durante más de tres horas.
El comandante Alexandre explica: «Nuestra presencia en la base aérea 126 Ventiseri-Solenzara reviste un verdadero interés pedagógico para los alumnos, tanto en lo que se refiere a las aptitudes interpersonales necesarias para la vida en un escuadrón como a los conocimientos técnicos que deben adquirir antes de ser destinados a un escuadrón de combate. Este viaje a la base 126 es uno de los dos o tres desplazamientos anuales que los cursillistas deben realizar a diferentes bases aéreas de Francia. El objetivo es que los futuros pilotos de AAE aprendan a operar desde otras bases.
El PC-21 es el nuevo avión de entrenamiento de tripulaciones de caza, entró en servicio operativo en la AAE en 2018. Este avión ilustra la modernización de la formación de las tripulaciones de caza en el Ejército del Aire y la Agencia Espacial Francesa, destinada a adaptarse constantemente a la evolución de las misiones de los pilotos en las unidades de combate.
L’Armée de l’Air et de l’Espace/Octubre 16 de 2024
