Tuvo lugar en la Academia de la Fuerza Aérea (AFA), ubicada en Pirassununga (SP), el vuelo inaugural en solitario de la Clase Arion del 1er Escuadrón del Cuerpo de Cadetes de la Fuerza Aérea (CCAer). A bordo de la aeronave T-25 Universal, matrícula FAB 1944, en el 2do Escuadrón de Instrucción Aérea (2do EIA), el Cadete Aviador Matheus Alexandre Querino Pereira, del Escuadrón Centaurus, completó una rutina de ejercicios prevista para vuelo en solitario y, así, se puso en pie en ser el primer cadete de la clase en alcanzar este importante hito en la carrera de piloto militar de la Fuerza Aérea.
Cadete Matheus recibió el pañuelo de manos del general de brigada del Aire Marcelo Gobett Cardoso, comandante de la AFA, quien realizó su vuelo de control horas antes.
Según el Comandante del 2º EIA, Mayor Aviador Augusto Saciloto Cavichiolli, el vuelo en solitario no solo significa el final del Curso Primario de una fase en la formación del Cadete Aviador. Para que suceda un vuelo en solitario, se sigue un arduo camino, un camino de dedicación, abnegación y proyección de sueños. La plena implicación del 2º EIA es fundamental en este proceso para que un joven que haya tenido contacto con la actividad aérea hace unos meses pueda pilotar de forma segura una aeronave sin la presencia del Instructor de Vuelo.
“Convertirse en aviador de la Fuerza Aérea Brasileña [FAB] es componer un equipo con un alto grado de profesionalismo y amor por el país. Es el resultado del trabajo diario de diversos sectores que trabajan silenciosamente para que la misión se cumpla, incluso ante las más diversas adversidades que puedan surgir. Así, el pañuelo que lleva el Cadete Aviador representa el espíritu de los guerreros FAB, de quien un día estará en los cielos garantizando la soberanía de nuestro país a través del dominio del espacio aéreo”, explicó el Comandante 2º del EIA.
El Cadete Aviador Matheus habló de los sentimientos que envuelve este momento único en la vida de un piloto: “Creo que para los aviadores militares, no hay mejor sentimiento que cumplir con la misión que se nos asigna. El vuelo en solitario hace referencia a toda la responsabilidad que tenemos que adquirir en los años formativos para llegar a ese momento. Las horas de estudio, los ejercicios doctrinales y el a menudo escaso tiempo de sueño merecen vivir este momento. Usar la bufanda es un motivo de orgullo, y cada vez que la usamos recordamos por qué estamos aquí y cuál es nuestra actividad principal”, enfatizó.
FAB/Octubre 06 de 2021