Publicación de Philippe Petitcolin, CEO de Safran, en LinkedIn.
Los gobiernos están asumiendo la mayor parte de la batalla contra este flagelo, y también están liderando la lucha contra el impacto económico de esta crisis de salud sin precedentes. Sin sus acciones, varias compañías podrían desaparecer, especialmente las aerolíneas, que ya tienen pérdidas estimadas de $ 252 mil millones de los ingresos totales de $ 880 mil millones. Al igual que Francia y Estados Unidos, los países han entendido lo que está en juego.
Están estableciendo medidas de apoyo que parecen ir en la dirección correcta por ahora. En mi opinión, la clave es ayudar en las contribuciones a la seguridad social, ya sea permitiendo que las compañías retrasen los pagos u otorgándoles préstamos a muy largo plazo para que puedan ayudar a recuperar completamente su fortaleza.
Sin embargo, no solo los gobiernos deben actuar. Las empresas también tienen un papel sin precedentes, especialmente las multinacionales. Obviamente, esto se aplica a Safran, ya que tenemos más de 95,000 empleados en todo el mundo y somos una parte integral de las cadenas de valor globales en los sectores críticos de la industria aeroespacial y de defensa.
A medida que lidiamos con este período difícil, debemos aceptar que no tenemos todas las respuestas y que tendremos que aprender a medida que avanzamos.
Por supuesto, ya hemos enfrentado crisis trascendentales en el pasado, como el 11 de septiembre, que puso a tierra a toda la flota aérea mundial por un tiempo, luego el SARS en 2002-2003 y la crisis financiera de 2008-2009, que tuvo un profundo impacto. Pero ninguno de estos es como la crisis actual, que ha afectado fuertemente a todos los sectores de la economía.
En momentos como estos, ¿cuáles son los deberes de una industria como la nuestra?
En primer lugar, debemos proteger a nuestros empleados aplicando estrictamente las medidas decretadas por los gobiernos de los países donde operamos. Nos guiamos por preocupaciones de salud y seguridad , ya sea aplicando los estrictos estándares para medidas de protección y distanciamiento social, o incluso cerrando instalaciones por un período indeterminado.
En segundo lugar, Safran debe estar preparado para resistir la crisis económica en las mejores condiciones posibles. Continuaremos entregando productos y servicios (especialmente motores) a clientes que brinden servicios vitales:
Para los helicópteros desplegados por servicios médicos de emergencia, seguridad civil y fuerzas policiales, etc ;
Y para aviones y otras plataformas desplegadas por las fuerzas armadas francesas y sus aliados. También estamos ayudando a todo nuestro ecosistema mientras se esfuerzan por garantizar la continuidad del negocio.
Al mismo tiempo, tenemos que planificar con anticipación para suavizar el impacto financiero de esta crisis . Una empresa como la nuestra debe fortalecer su competitividad al lograr mayores ahorros, pero sin afectar las operaciones vitales. Estos esfuerzos también se refieren a la compensación. La Junta Directiva de Safran inmediatamente decidió no pagar dividendos para 2019. Todos debemos compartir los esfuerzos necesarios para garantizar que Safran pueda sortear la tormenta.
Nuestro tercer deber es que nuestra industria apoye la lucha contra esta pandemia. Por ejemplo, nuestras máscaras médicas han sido requisadas, y esto es natural. Safran, como las empresas de otras industrias, está decidido a ir más allá de los requisitos gubernamentales en la lucha contra Covid-19, por ejemplo, proporcionando a los hospitales máscaras de oxígeno y otros productos militares o de aviación que podrían ser útiles. En momentos como este, no se debe descartar nada.
Nuestro cuarto deber es tratar de imaginar, en la medida de lo posible, el mundo después de la pandemia. La industria de la aviación tiene una visión a largo plazo. Estoy firmemente convencido de que la aviación seguirá creciendo y que la gente querrá viajar. De hecho, eso es lo que parece estar sucediendo en China, donde el final del bloqueo ha visto una reanudación modesta de los vuelos nacionales, aunque aún se debe tener mucha precaución.
¿La crisis del coronavirus inducirá más cambios estructurales? ¿Se consolidarán nuestros mercados? Parece probable.
Además, dados los numerosos artículos que informan una caída de la contaminación debido a la interrupción repentina del comercio internacional, lo que los economistas llaman una externalidad positiva, deberíamos esperar una demanda creciente de descarbonización de nuestra industria. Safran ya invierte alrededor del 75% de nuestro presupuesto de investigación y tecnología para encontrar soluciones más ecológicas, incluidos nuevos diseños de motores, combustibles alternativos, electrificación de propulsión y otros sistemas de aeronaves, y análisis avanzado de datos para mejorar la eficiencia operativa.
Una vez que salgamos de esta crisis, deberíamos estar listos para suministrar a nuestros clientes el equipo necesario para que los viajes aéreos sean más ecológicos que nunca.
Tras el colapso de la bolsa de valores de 1929, las empresas estadounidenses que cumplieron con las medidas draconianas requeridas para que su país se recupere podrían decir: «Estamos haciendo nuestra parte». En estas condiciones muy diferentes, aunque igual de trágicas y globales, depende de nosotros hacer nuestra parte y demostrar que estamos igualmente preparados para hacer lo que sea necesario.
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SAFRAN/Abril 9 de 2020
