Las primeras compañías de aviación se suscribieron a los estatutos de la Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA) para el regreso a las operaciones normales bajo COVID-19, comprometiéndose a trabajar con sus autoridades nacionales para implementar medidas para apoyar seguridad de la salud, e informar sobre sus experiencias para ayudar a otras organizaciones con sus implementaciones de la vida real.
Diez empresas de toda Europa declararon que cumplirían las directrices desarrolladas por EASA y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) a solicitud de la Comisión Europea. El Protocolo de Seguridad de la Salud de la Aviación COVID-19 se basa en la información científica actual sobre la propagación de COVID-19 y la opinión experta de las dos Agencias, y está diseñado para garantizar un viaje seguro para los pasajeros y el personal aéreo.
«Me complace dar la bienvenida a estos primeros implementadores de nuestras directrices y estatutos», dijo el Director Ejecutivo de EASA, Patrick Ky. «Estas aerolíneas y aeropuertos liderarán la aplicación de las medidas recomendadas y compartirán sus experiencias con nosotros. Esto nos ayudará a alcanzar el objetivo final de un viaje armonizado y seguro para la salud en Europa y en otros destinos».
El primer grupo comprende siete operadores aeroportuarios, que operan aeropuertos importantes en Bélgica, Francia, Alemania, Grecia, España y otros lugares, y tres aerolíneas: Aegean Airlines, easyJet y Wizz Air. Los nombres completos de las primeras organizaciones participantes se dan en la descripción general a continuación, junto con los comentarios de los CEO seleccionados. Se agregarán signatarios adicionales a la Carta a medida que se registren.
El desafío ahora para estas compañías es determinar exactamente cómo implementar las pautas en sus instalaciones y servicios para lograr el mejor cumplimiento posible a pesar de las limitaciones operativas.
Las recomendaciones principales de las pautas son observar el distanciamiento físico siempre que sea posible, usar una mascarilla médica durante todo el viaje y practicar una higiene escrupulosa y frecuente de las manos.
Se espera que los propios pasajeros asuman una responsabilidad personal. Por ejemplo, los pasajeros que tienen síntomas compatibles con COVID-19 (fiebre, tos, pérdida repentina del olfato, dificultad para respirar) o que saben que han estado en contacto con un caso de COVID-19 ni siquiera deben viajar al aeropuerto.
EASA/Junio 4 de 2020