Los Typhoons de la Real Fuerza Aérea, en colaboración con los Rafale franceses y los F-35 estadounidenses, practicaron la respuesta a un ataque contra sus principales bases de operaciones.
Los aviones de combate estaban realizando misiones juntos como parte del ejercicio Atlantic Trident cuando se les informó en pleno vuelo de que sus bases de origen habían sido denegadas y debían dispersarse y trasladarse a RAF Leeming, Yorkshire.
Tras reubicarse con éxito en un rincón remoto de la base aérea, establecieron comunicaciones seguras con el HMS Queen Elizabeth y el HMS Diamond para activar los F-35 británicos y prestarles apoyo, y se conectaron con los centros de mando y control en tierra y en el aire para recibir órdenes de misión, incluidas misiones antiaéreas para proteger al grupo de apoyo al portaaviones.
Los Typhoons y los F-35B demostraron su capacidad de adaptación, y los Typhoons cambiaron su función en pleno vuelo de patrulla aire-aire a ataque aire-superficie.
Los F-35 del Reino Unido permanecieron en misión durante 4 horas «en caliente» en el portaaviones, para repostar y simular el rearme con los motores en marcha. Los aviones permanecieron en el aire gracias al reabastecimiento en vuelo de MRTT franceses, KC135 estadounidenses y Voyager de la RAF.
RAF/Noviembre 09 de 2023
