La Fuerza Aérea Brasileña (FAB), a través del Departamento de Control del Espacio Aéreo (DECEA), desempeña un papel crucial para garantizar la seguridad de los vuelos en el país. La organización reúne recursos humanos, equipos, accesorios e infraestructuras con la misión de garantizar la seguridad y fluidez de los vuelos, ya sean de aviación civil (comercial y general) o militar, tripulados o no tripulados, de ala fija o rotatoria.
Los helicópteros están sujetos a las mismas normas y reglamentos estrictos establecidos por DECEA. Esto incluye la necesidad de una planificación detallada del vuelo teniendo en cuenta factores como el peso de la aeronave; el número de pasajeros; el nivel de combustible; la altitud del lugar de despegue y aterrizaje; y la comprobación de las condiciones meteorológicas.
Brasil tiene la mayor flota de helicópteros del mundo, según datos recogidos por la Asociación Brasileña de Pilotos de Helicópteros (ABRAPHE). Según las estadísticas de la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC), el país cuenta con una flota de más de 2.000 helicópteros. Sólo São Paulo cuenta con más de 410 aeronaves y 260 helipuertos, en los que se producen alrededor de 2.200 aterrizajes y despegues diarios.
El reto de gestionar y controlar este movimiento aéreo específico ha dado lugar a soluciones pioneras y muy complejas. Único en el mundo, el sistema HELICONTROL, desarrollado por la FAB, funciona en la Torre de Control de Congonhas, en São Paulo (SP), para garantizar la coexistencia segura de aviones y helicópteros en la aproximación a este aeropuerto, el segundo más transitado de Brasil.
El Centro Regional de Control del Espacio Aéreo del Sudeste (CRCEA-SE), a través del Destacamento de Control del Espacio Aéreo de São Paulo (DTCEA-SP), cumple esta misión con maestría. «Las rutas especiales para helicópteros de la Terminal de São Paulo, que organizan el tráfico de helicópteros en la región metropolitana, garantizan la seguridad y fluidez del espacio aéreo. Al volar bajo las reglas de vuelo visual (VFR) en un espacio aéreo no controlado, los pilotos deben mantener siempre referencias visuales con el terreno y otras aeronaves. Para mantener altos niveles de seguridad operacional, es esencial el cumplimiento de las normas y procedimientos establecidos en las publicaciones de la DECEA», destacó el Jefe de la División de Operaciones de la CRCEA-SE, Teniente Coronel Robson Laube Roque Moreira.
Los Controladores de Tránsito Aéreo disponen de software, herramientas y ayudas más complejas, como el Sistema Avanzado de Gestión de Información de Tránsito Aéreo e Informes de Interés Operacional (SAGITARIO); el Control Total de Información de Tránsito Aéreo (TATIC) – sistema de introducción de información de vuelo; y facilidades de comunicación a través del Sistema Automático de Vigilancia Dependiente por Radiodifusión (ADS-B) – sistema pionero desarrollado por DECEA.
Cuando operan dentro de la región metropolitana de São Paulo, los helicópteros vuelan por las llamadas Rutas Especiales para Helicópteros, que son rutas creadas para disciplinar y hacer más seguro el vuelo de estas aeronaves. Fuera del aeropuerto de Congonhas y de la región metropolitana de São Paulo existen otros procedimientos, explicó el Jefe del Subdepartamento de Operaciones de DECEA, Brigadier Aéreo André Gustavo Fernandes Peçanha.
«Los helicópteros vuelan a altitudes definidas en el ICA 100-12 sobre ‘Reglas del Aire’, de acuerdo con la dirección de sus vuelos, generalmente bajo reglas de vuelo visual y en espacio aéreo de clase G, donde son responsables de su propia separación de otras aeronaves y obstáculos en tierra», enfatizó el Brigadier Peçanha.
Movimientos aéreos en alta mar – inversiones para vuelos de helicópteros cada vez más seguros en la región oceánica
El 28 de diciembre entró en vigor el nuevo reglamento de tráfico aéreo en la Terminal Macaé (TMA-ME), que cambió la clasificación del espacio aéreo de «D» a «C». En la nueva clasificación, el tráfico que se desplaza según las reglas de vuelo por instrumentos está separado del que sigue las reglas de vuelo visual, por lo que este cambio aumentará considerablemente la seguridad de las operaciones.
Además, se han modificado los límites verticales y horizontales del TMA, de modo que el Servicio de Tránsito Aéreo, que se prestaba desde 1.500 pies, se presta ahora desde 500 pies, y el límite superior de la zona de alta mar ha pasado del nivel de vuelo 145 al 105, lo que permite un uso flexible del espacio aéreo.
FAB/Enero 05 de 2024