La seguridad aérea de la Ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de 2024 en París constituyó un elemento crucial en la estrategia general de seguridad. El 26 de julio, esta ceremonia al aire libre a lo largo del Sena atrajo a miles de personas, lo que requirió importantes medidas de seguridad aérea para prevenir cualquier amenaza aérea potencial.
Para garantizar esta amplia protección, la Fuerza Aérea y Espacial ha implementado un sistema de seguridad de la aviación específico (DPSA-dispositif particulier de sûreté aérienne). Este sistema, también llamado «burbuja de protección», se basa en una zona de prohibición temporal con un radio de 150 kilómetros alrededor de París, que prohíbe a cualquier avión no autorizado despegar o entrar en la zona desde las 18.30 hasta la medianoche.
La impermeabilidad del dispositivo quedó garantizada mediante la implementación de capacidades de detección adicionales, como medios de defensa tierra-aire, aviones de vigilancia E-3F Awacs, drones Reaper pilotados remotamente, radares tácticos o incluso vigías a la vista.
Las capacidades de detección se combinan con medios de intervención, capaces de actuar en todo el espectro de amenazas. Entre estos últimos, los aviones Rafale y Mirage 2000, los Pilatus PC-21 y los helicópteros Fennec permiten interceptar en muy poco tiempo cualquier avión sospechoso que amenace el territorio francés. Así, una veintena de aviones sobrevolaban constantemente la capital. Además, la Fuerza Aérea y Espacial integra todos los recursos conjuntos e interministeriales de respuesta anti-drones (LAD) durante toda la duración de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos (JOP).
Este sistema de defensa aérea multicapa garantizó la protección de este gran evento y contribuyó a su buen desarrollo.
L’Armée de l’Air et de l’Espace/Agosto 05 de 2024
