Por primera vez en la historia, un oficial superior argentino lideró el componente aéreo, demostrando la creciente capacidad de la Fuerza Aérea Argentina en el escenario internacional.
El ejercicio Panamax 2024 es un ejercicio militar multinacional conjunto y combinado centrado en la defensa del Canal de Panamá y sus alrededores. Este ejercicio es una iniciativa de colaboración entre Estados Unidos, Panamá y otros países de América Latina y el Caribe, con el propósito de proteger esta vital vía de navegación de amenazas potenciales. El ejercicio que tuvo lugar entre el 5 y el 16 de agosto en diversas ciudades estadounidenses, busca asegurar que el canal permanezca abierto y operando de manera segura, ya que es una ruta crítica para el comercio internacional.
La Fuerza Aérea Argentina (FAA) participó, con medios aéreos desplegados en distintos aeródromos del Teatro de Operaciones de manera virtual y en forma presencial con oficiales jefes y subalternos destinados en el Estado Mayor del Comandante de la Fuerza de Tareas Multinacional y a cargo del Componente Aéreo Combinado, especialmente en el Centro de Operaciones Aeroespaciales Combinadas (CAOC).
En esta edición del ejercicio, el Combined Force Air Component Commander (CFACC) Comandante del Componente Conjunto Combinado de Fuerzas Aéreas fue el brigadier Enrique Fabián Capellino. Este cargo no había sido ocupado nunca en la historia de los Ejercicios internacionales por parte de un oficial superior argentino de la FAA.
Para poder desempeñar el cargo de CFACC se debe contar con amplios conocimientos y experiencia en operaciones de doctrina OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y al mismo tiempo el nivel de inglés es un factor determinante. EL CFACC tiene la responsabilidad de aprobar las operaciones aéreas que se planifican y justificarlas tanto al Comandante de la Multinational Force South (MNFS) como a la Comandante del Comando Sur de los Estados Unidos de Norteamérica. En dichos Briefings se exponía las diversas planificaciones que apoyarían, en el caso del componente aéreo, a los componentes terrestres, navales y de operaciones especiales.
“Durante el ejercicio, las fuerzas militares de los diferentes países intercambian experiencias y reafirman conocimientos mediante un planeamiento de nivel estratégico y nivel operacional ante situaciones de crisis, que involucran aspectos complejos que le dan al adiestramiento un alto grado de realismo. En este escenario ficticio, las Fuerzas desarrollan sus actividades dentro del marco de una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, para asegurar y mantener la operatividad del Canal de Panamá” detalló Capellino.
El brigadier destacó la importancia del rol que tuvieron los comandantes de los distintos países. «Este año, el comandante del componente de fuerzas especiales fue de Perú, el marítimo de Brasil, el terrestre de Chile, y la Fuerza Aérea Argentina lideró el componente aéreo. Es un gran logro para nosotros», señaló Capellino. A su vez, recordó que la Fuerza Aérea Argentina participa en Panamax desde 2017, pero esta fue la primera vez que asumieron un rol de liderazgo tan relevante.
Uno de los mayores desafíos del ejercicio fue la dinámica impuesta por la White Cell, que introduce situaciones inesperadas para poner a prueba la capacidad de reacción de los equipos. «La White Cell está compuesta por unas 600 personas en Suffolk, Virginia, y su tarea es generar situaciones complejas. Por ejemplo, pueden modificar las condiciones meteorológicas o simular una emergencia técnica en un avión, lo que nos obliga a adaptarnos y tomar decisiones rápidas», explicó el Brigadier. Esta capacidad de reacción es fundamental para coordinar esfuerzos multinacionales en tiempo real.
Capellino también destacó que el equipo aéreo a su cargo estaba compuesto por 250 personas, de las cuales 37 eran extranjeras y el resto estadounidenses. «Estar al mando de todo ese personal, incluidas Fuerzas de otros países, fue como dirigir una propia Fuerza», comentó. Además, señaló que el Panamax involucró a más de 5.000 personas en total.
La experiencia adquirida durante el ejercicio fue valiosa para la Fuerza Aérea Argentina. «El intercambio de conocimientos con Fuerzas de otros países nos permite aprender de sus experiencias y aplicar esos aprendizajes a nuestras operaciones», destacó el Brigadier. Además, mencionó la importancia del Senior Mentor, un teniente general retirado de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, quien le brindó asesoramiento sobre la toma de decisiones en situaciones de alta presión. «Contar con su experiencia fue clave para mejorar nuestra capacidad de liderazgo», señaló.
El Panamax 2024 permitió a la Fuerza Aérea Argentina reforzar sus capacidades de planificación y conducción operativa. «Un centro de operaciones aéreas es un sistema de armas en sí mismo, al igual que nuestros aviones», explicó el oficial. Este concepto subraya la importancia de entrenar tanto los medios técnicos como las capacidades estratégicas. «El verdadero valor del ejercicio fue la oportunidad de compartir experiencias con países como Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Honduras, México, Panamá, República Dominicana, Paraguay, Perú y Estados Unidos y aprender de ellos», afirmó.
El brigadier Capellino señaló que Panamax 2024 fue un paso decisivo para la Fuerza Aérea Argentina. «Este ejercicio nos permitió demostrar nuestra capacidad de liderar operaciones aéreas combinadas y, al mismo tiempo, fortaleció nuestra preparación para futuros desafíos en la defensa del espacio aéreo».
Un equipo altamente especializado
La Fuerza Aérea Argentina participó activamente en el ejercicio multinacional Panamax 2024, desplegando un equipo altamente capacitado que asumió roles clave en diversas áreas operativas. A través de los testimonios de los oficiales involucrados, es posible vislumbrar la relevancia y el impacto de su participación en este ejercicio que reúne Fuerzas de diferentes naciones.
El comodoro Mariano Triulzi como director de Planeamiento Estratégico dependiente de la DG3P, participó en la fase de planificación del ejercicio Panamax, diseñando el plan de operaciones del componente aéreo. Trabajando en estrecha colaboración con Fuerzas Aéreas de diversos países, pudiendo desarrollar un plan robusto y adaptable que se alineaba con los estándares internacionales. Una de las principales lecciones aprendidas fue la importancia de la estandarización de los procedimientos de planificación.
El vicecomodoro Cristian Darío Lorenzo Giacaglia, piloto de caza, relató su experiencia como Director del Centro de Operaciones Aéreas (AOCD). Su responsabilidad principal fue interpretar las intenciones del Comandante de la Fuerza Multinacional y adaptarlas a las capacidades del componente aéreo. Asistió a reuniones claves, actuando como asesor en la toma de decisiones críticas y colaborando con la División de Estrategia y Planes de Combate.
Por su parte, el vicecomodoro Nicolás Antonio De Natale, piloto de helicóptero de rescate en combate, se desempeñó como Chief Combat Operations (CCO), compartiendo responsabilidades con oficiales de Brasil y Estados Unidos. Lideró briefings diarios, tomando decisiones estratégicas en un entorno multinacional. Su experiencia en ejercicios previos como Panamax 2022 le permitió desenvolverse con confianza en situaciones de alta presión.
El vicecomodoro Sergio David Miranda, oficial de Guerra Electrónica, asumió el rol de jefe de la División ISR (Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento). Participó en operaciones que dependían de múltiples fuentes de inteligencia, coordinando información clave con otros componentes.
El vicecomodoro Pablo Gustavo Bonilauri, piloto de caza, actuó como Oficial de Enlace (LNO) del componente aéreo. Su tarea principal fue coordinar operaciones aéreas y asesorar al Estado Mayor sobre las capacidades y limitaciones del componente aéreo. Bonilauri destacó la importancia de su participación en reuniones clave, que le permitió mantenerse al tanto de las operaciones en curso y futuras.
El vicecomodoro Fernando Báez, piloto de helicópteros de rescate en combate, trabajó en la celda de Recuperación de Personal (PR) del CAOC. Colaboró con personal de varios países, incluyendo especialistas en operaciones especiales de Estados Unidos. Su rol fue fundamental en la planificación y ejecución de rescates de personal aislado, monitoreando constantemente la situación en el terreno.
El mayor Alvaro Canevaro integrante del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), se desempeñó como jefe de Operaciones Futuras en el Comando Conjunto Combinado de Operaciones Especiales del ejercicio Panamax 2024, compartió su valiosa experiencia en la coordinación de misiones especiales multinacionales.
El mayor Roberto García Leytes, piloto de caza, operó como Senior Offensive Duty Officer (SODO), supervisando las operaciones aéreas ofensivas y coordinando el uso eficiente de los recursos aéreos. Trabajó en estrecha colaboración con otras celdas para identificar blancos emergentes y dinamizar el targeting en tiempo real.
La mayor María Elisa Hernández, oficial auditor, cumplió el rol de Judge Advocate General (JAG). Su función fue esencial para la interpretación de las reglas de empeñamiento y el asesoramiento legal en operaciones. Participó activamente en la toma de decisiones sobre ataques aéreos y la aprobación de estimaciones de daño colateral.
La capitán María Fernanda González Erben, oficial logística, tuvo la responsabilidad de coordinar los esfuerzos logísticos multinacionales. A pesar de los desafíos de integrar diferentes capacidades, logró optimizar la cadena de suministro para el éxito del ejercicio.
El capitán Daniel Flavio Agüero, oficial de Inteligencia, se desempeñó como Senior Intelligence Duty Officer (SIDO). En sus funciones, revisaba y preparaba informes basados en la Reconnaissance, Intelligence Surveillance and Target Acquisition (RISTA), una lista detallada de las aeronaves encargadas de vigilancia, reconocimiento e inteligencia en el área de operaciones.
El capitán Víctor Ariel Espínola, oficial de guerra electrónica se desempeñó en la Space Cell Operations (SCO) dentro del Centro de Operaciones Aéreas Combinadas (CAOC). En su rol, supervisó el monitoreo permanente del área de responsabilidad mediante satélites, identificando interferencias en los sistemas de navegación GPS y respondiendo con medios cinéticos o no-cinéticos según la situación y las autorizaciones legales.
El capitán Carlos Alejandro Celis, piloto de caza, lideró el equipo de Targeting Effects Team (TET), donde su labor fue identificar y priorizar blancos para la ejecución de ataques. Colaboró con personal de diversas fuerzas aéreas, presentando propuestas de blancos en reuniones estratégicas.
El capitán Matías Raúl Rivadero Arrascaeta, piloto de caza, como Senior Air Defense Officer (SADO), se enfrentó al desafío de comandar las operaciones de defensa aérea, integrando patrullas aéreas de combate y sistemas de alerta temprana, destacando la coordinación para la defensa contra drones.
El capitán Yerimen Ballato piloto de caza, lideró la celda de Dynamic Targeting, encargada de planificar y ejecutar misiones aéreas dinámicas en tiempo real, coordinando ataques aire-superficie y optimizando el uso de recursos.
El primer teniente Mónaco, especialista en ciberdefensa, tuvo un rol crucial en la protección de redes y sistemas de información en un entorno multinacional. Destacó la importancia de la innovación en ciberdefensa y la colaboración para enfrentar amenazas emergentes.
La participación de estos oficiales en el ejercicio Panamax 2024 subraya la versatilidad, profesionalismo y preparación de la Fuerza Aérea Argentina, reafirmando su capacidad para operar eficazmente en escenarios de alta complejidad junto a Fuerzas Aéreas de todo el mundo.
Cada uno de los roles asumidos destacó no solo por su complejidad, sino también por el impacto directo en el éxito de las operaciones conjuntas.
Una Fuerza Aérea preparada para los desafíos del futuro
El Ejercicio Multinacional Panamax 2024 marcó un hito para la Fuerza Aérea Argentina, que no solo demostró su capacidad para liderar operaciones aéreas combinadas, sino que también fortaleció su preparación para futuros desafíos en la defensa del espacio aéreo. «Este ejercicio fue un paso decisivo que nos permitió demostrar nuestra capacidad de liderazgo y operatividad en escenarios complejos. Somos una Fuerza que se prepara para dominar el aeroespacio, adaptándose a los avances tecnológicos y tácticos, y consolidando su rol como actor clave en la defensa de la soberanía y la seguridad regional. Esto reafirma su disposición para enfrentar no solo amenazas convencionales, sino también nuevos desafíos que surgen en el dinámico y competitivo ámbito aeroespacial», concluyó Capellino.
Con su participación activa y efectiva en el Panamax 2024, la Fuerza Aérea Argentina reafirma su posición como una fuerza moderna y altamente capacitada, lista para enfrentar los retos del siglo XXI tanto en el ámbito específico, conjunto y en este caso en el combinado, para en el futuro integrar una fuerza multinacional.
Ministerio de Defensa de Argentina/Septiembre 24 de 2024
