Blue Condor, el planeador modificado en el que se centra el experimento de Airbus UpNext para estudiar las estelas de condensación de hidrógeno, realizó su primer vuelo propulsado por hidrógeno sobre Nevada (Estados Unidos) el 8 de noviembre. El vuelo fue el primero de la compañía en utilizar hidrógeno como única fuente de combustible, y dio el pistoletazo de salida a una campaña de pruebas que concluirá con una misión de medición de estelas de condensación a principios de 2024.
El hidrógeno ofrece a la aviación la posibilidad de operar con bajas emisiones de carbono, pero su combustión produce estelas de condensación igual que el combustible convencional. Sin embargo, las estelas de condensación de hidrógeno son muy diferentes. No contienen hollín ni óxidos de azufre, pero sí óxidos nitrosos y mucho vapor de agua: hasta 2,5 veces más que las estelas de queroseno. Ambas se consideran emisiones que afectan al clima y, como tales, el sector de la aviación tiene la obligación de abordarlas.
Por ello, en el marco del proyecto ZEROe, Airbus se ha comprometido a estudiar la composición de estas estelas de hidrógeno tan poco conocidas. Utilizando un planeador Arcus-J modificado, el proyecto Blue Condor de Airbus UpNext llevará un pequeño motor de combustión de hidrógeno hasta una altura de 30.000 pies y comparará sus emisiones con las de un motor de queroseno de tamaño similar, volando junto a él a bordo de un segundo avión. Ambos planeadores son operados por The Perlan Project y el motor de hidrógeno ha sido ensamblado por la empresa alemana Aero Design Works.
Blue Condor ha entrado en la fase de pruebas de vuelo. El vuelo del 8 de noviembre duró unos 30 minutos y su objetivo era aumentar el empuje del motor de hidrógeno a 7.000 pies, estabilizando al mismo tiempo el avión a diferentes velocidades. Desde entonces se han efectuado otros dos vuelos, con pruebas que incluyen el arranque del motor a 10.000 pies.
El equipo de Blue Condor tiene previsto realizar una primera operación de estudio de estelas de condensación durante la ventana de tiempo frío de Nevada a principios del año que viene. A continuación, el Arcus-J será remolcado hasta la altitud de prueba por un avión Grob Egrett instrumentado por el laboratorio aeroespacial alemán DLR. Este avión «perseguidor» le seguirá a continuación, utilizando sensores para recoger y analizar datos atmosféricos y de las estelas de condensación. El vuelo promete ser un gran paso adelante en la comprensión del impacto climático del hidrógeno y, en última instancia, en la consecución del objetivo de Airbus de que el ZEROe entre en servicio en 2035.
Airbus/Noviembre 16 de 2023
