El T-7A Red Hawk ha alcanzado recientemente tres hitos que impulsan el avance del entrenador avanzado de pilotos de la Fuerza Aérea de EE.UU.
Prueba en cámara climática: El avión T-7A APT-3, uno de los cinco aviones de desarrollo de ingeniería y fabricación, fue sometido a rigurosas pruebas en la Base de la Fuerza Aérea de Eglin, soportando temperaturas que oscilaban entre -25°F y 110°F. En estas pruebas se evaluó el rendimiento de los sistemas del avión, incluidos los de propulsión, hidráulicos, de combustible, eléctricos, de potencia secundaria, de control ambiental y de funcionamiento general en condiciones ambientales extremas. El avión ha regresado a St. Louis para someterse a las pruebas.
Prueba del sistema de escape: Boeing y la Fuerza Aérea llevaron a cabo una prueba dinámica de trineo en febrero en la base Holloman de la Fuerza Aérea en Nuevo México. La prueba se centró en mejoras de diseño en el asiento eyectable ACES 5 de Collins Aerospace, una empresa de RTX, y en el sistema de fractura de la campana de Pacific Scientific EMC para reducir el riesgo de lesiones. Durante la prueba, el equipo puso en práctica la temporización variable para ralentizar el asiento eyectable, utilizando el paracaídas de caída e investigando los patrones del sistema de fractura de la campana. El equipo se prepara ahora para avanzar en la siguiente ronda de pruebas de desarrollo.
Sistema de control de vuelo: Boeing completó en febrero el desarrollo de un nuevo sistema de control de vuelo por software y, desde entonces, ha volado el avión más de 10 veces, alcanzando un ángulo de ataque de 25 grados. Además, tres de esos vuelos demostraron la capacidad del avión para lograr un seguimiento preciso en ángulos de ataque elevados, una capacidad clave para la formación de pilotos. La incorporación de la ley de control 17.5 despeja el camino para que la Fuerza Aérea inicie las pruebas de alto ángulo de ataque y resistencia a la salida en la base Edwards de la Fuerza Aérea.
«El T-7A Red Hawk está preparado para revolucionar la formación de pilotos, ofreciendo una mayor seguridad, rendimiento y adaptabilidad, y completar estos tres hitos muestra un progreso significativo en el desarrollo del programa», dijo Evelyn Moore, vicepresidenta y directora del programa, T-7 Programs. «Continuaremos con las pruebas de vuelo y la siguiente ronda de pruebas del sistema de escape a lo largo de este año y hasta 2025».
Mientras el T-7A Red Hawk sigue avanzando en las pruebas y en la finalización de los vuelos, Boeing también está construyendo una nueva línea de producción para la producción inicial a bajo ritmo (LRIP) del T-7A. Está previsto que la compañía cargue los primeros fuselajes delantero y trasero para la LRIP a mediados de año, ya que los proveedores ya están desarrollando piezas para la producción.
Boeing/Abril 29 de 2024