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Un verdadero “Fighting Falcon” en uso por la Fuerza Aérea de Alemania

Tiempo de lectura: 3 minutos
El cetrero Oliver O. es miembro del Ala de Transporte Aéreo LTG 62 ©Bundeswehr/Marius Vu

Base aérea de Wunstorf. Un integrante de la Bundeswehr se prepara para despegar: su nombre en clave es Carlos. Su trabajo consiste en mantener despejado el espacio aéreo en nombre de las Fuerzas Armadas alemanas. Es un ave rapaz. Su misión: ahuyentar a otras aves.

Las aves son una amenaza constante para los aviones en muchos aeropuertos de todo el mundo. Para contrarrestar este problema, algunos aeropuertos están recurriendo a métodos poco convencionales, como el uso de aves rapaces. Esto también se está probando actualmente en la base aérea del Bundeswehr en Wunstorf. Carlos es el nombre del halcón caracara utilizado aquí, una especie de halcón buitre. «Una de las rapaces más raras de todas», explica su halconero, el sargento mayor Oliver O.(Nombre abreviado por seguridad), de la 62ª Ala de Transporte del Ejército del Aire. Los dos forman un equipo bien engrasado.

Disuasión mediante la presencia
Con su aspecto -tiene alrededor de un metro de envergadura-, Carlos se asegura de que otras aves eviten la base aérea y los Airbus A400M de la Fuerza Aérea alemana estacionados aquí. Por pura disuasión. Carlos es una rapaz no letal. Esto significa que no mata ni hiere a los animales salvajes. Esto se debe a que el caracara de las Malvinas es un carroñero. Y, sin embargo, tiene mucho éxito en su misión.

La imponente y elegante rapaz molesta tanto a las demás aves con su mera presencia que éstas simplemente se marchan. La presencia del ave rapaz hace que las demás aves se sientan amenazadas, ya que la ven como un enemigo natural e instintivamente huyen de ella. En el mejor de los casos, incluso evitarán la base aérea para siempre.

En armonía con la conservación de las especies
Es importante que Carlos no golpee él mismo a las otras aves. De lo contrario, no podría volar para la Bundeswehr. Esto se debe a que entre las aves que se encuentran en los alrededores de la base aérea de Wunstorf hay especies protegidas como la alondra. Como al caracara de las Malvinas no le interesan como presa, despega con una licencia especial de la autoridad local de conservación de la naturaleza. «Es un pájaro que parece malo, pero en realidad sólo quiere jugar», resume Fabian A.(Nombre abreviado por seguridad), del Centro de Servicios del Bundeswehr en Wunstorf. El BwDLZBundeswehr Service Centre es responsable del despliegue del ave rapaz y de la coordinación con la autoridad de conservación de la naturaleza.

Otro prototipo
El uso de Carlos es hasta ahora una especie de proyecto piloto en las instalaciones de Wunstorf, y un éxito que está siendo supervisado y analizado por expertos. El resultado final se espera para las próximas semanas. El plan es poder utilizar otras aves rapaces en el futuro, quizá más grandes y de aspecto aún más malvado que Carlos. «Aquí también hay algunas aves que no se dejan impresionar tan fácilmente por el halcón caracara», explica Fabian A. En principio, el uso de aves rapaces en la base aérea de Wunstorf se incorporará entonces de forma permanente a una mezcla de medidas de defensa contra las aves para garantizar las operaciones de vuelo del Ala 62 de Transporte de la Fuerza Aérea.

Bundeswehr/Noviembre 11 de 2024

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