
Bruselas – Una nueva colaboración en la que participan Brussels Airlines, SQUAKE, Natuurpunt y EcoTree tiene como objetivo mitigar las emisiones de CO₂ y apoyar los esfuerzos de restauración medioambiental en Bélgica. El proyecto es la última incorporación a la cartera de compensaciones del Grupo Lufthansa, que actualmente consta de 18 proyectos. La asociación permite a los pasajeros de Brussels Airlines como parte de Lufthansa Group abordar las emisiones de CO₂ relacionadas con los vuelos contribuyendo a la restauración del Valle del Zwarte Beek, una zona ecológica vital en Flandes, Bélgica. El proyecto de restauración marca la primera iniciativa certificada de Bélgica según la norma MoorFutures (MoorFutures vela por que los proyectos cumplan los criterios de adicionalidad y permanencia y fomenten otros aspectos medioambientales importantes).
A través de esta iniciativa, los clientes de Brussels Airlines que compensen sus emisiones de carbono relacionadas con el vuelo contribuirán ahora también a la restauración de un trozo de la naturaleza belga. Este enfoque conecta a los pasajeros con un proyecto local de gran impacto diseñado para mitigar el cambio climático y promover la biodiversidad.
Acerca del proyecto: Revivir el Valle del Zwarte Beek
El Valle del Zwarte Beek es la mayor zona de turberas de Flandes y se extiende por cuatro municipios. Natuurpunt gestiona unas 1.500 hectáreas de la zona. La zona, que forma parte de la red europea Natura 2000, tiene un gran valor ecológico, pero ha sufrido décadas de uso intensivo del suelo y drenaje, lo que la ha convertido en una fuente de emisiones de CO₂ en lugar de un sumidero natural de carbono.
El proyecto de restauración pretende:
- Mitigar las emisiones de CO2: Volver a humedecer las turberas para preservar el carbono almacenado y evitar más emisiones de CO₂ elevando las aguas subterráneas y ralentizando los procesos de descomposición. Las turberas anegadas actúan como sumideros estables de carbono con emisiones netas relativamente bajas en comparación con las drenadas, que liberan grandes cantidades de CO₂.
- Mejorar la biodiversidad: Proteger los hábitats de especies amenazadas como el pechiazul y la agachadiza común, y fomentar la recuperación de la flora y fauna raras dependientes de la turba.
- Mejorar la retención de agua: Mejoran la hidrología, almacenan millones de metros cúbicos de agua y reducen las inundaciones y sequías inducidas por el clima.
El proyecto comenzó en enero de 2025 con la restauración de 7 hectáreas de turberas en Lange Beemden, en Meldert. Se espera que esta fase, apoyada por los pasajeros del Grupo Lufthansa, evite la emisión de aproximadamente 72 toneladas equivalentes de CO₂ al año.
«En Brussels Airlines somos conscientes de nuestro impacto medioambiental y estudiamos continuamente distintos aspectos para reducirlo. Estamos orgullosos de ver un proyecto belga incluido en la cartera de proyectos climáticos del Grupo Lufthansa, lo que nos permite tener un impacto local significativo. Esto es posible gracias a la asociación con Natuurpunt, una respetada asociación flamenca comprometida con la conservación de la naturaleza. También queremos dar las gracias a nuestros pasajeros que deciden invertir en la compensación de sus emisiones: su apoyo contribuye a hacer realidad esta iniciativa», comentó Balázs Németh, Director de Responsabilidad Social Corporativa de Brussels Airlines.
Brussels Airlines/Mayo 27 de 2025