
Las empresas mexicanas han demostrado su fortaleza internacional: en 2024, México alcanzó un récord de 617,100 millones de dólares en exportaciones, con un crecimiento de 4.1% anual y una participación manufacturera cercana al 90% del total (INEGI). Sin embargo, detrás de este avance existe una vulnerabilidad crítica: el 84% de las exportaciones no petroleras siguen concentradas en Estados Unidos.
En un contexto global marcado por cambios geopolíticos, presiones arancelarias y nuevos requisitos regulatorios, depender de un solo mercado aumenta un riesgo estratégico operativo y financiero para el crecimiento a largo plazo. La reciente volatilidad en acuerdos comerciales y las amenazas de mayores barreras a las importaciones subrayan la importancia de diversificar rutas y destinos. El reto ya no es solo crecer: es crecer de manera más inteligente y resiliente.
Expandirse a otros mercados se convierte en una prioridad esencial. Canadá es una opción natural: comparte un marco normativo claro bajo el T-MEC, ofrece ventajas logísticas por su cercanía, y mantiene una demanda estable en sectores como manufactura, aeroespacial, automotriz y dispositivos médicos.
Europa también presenta oportunidades fuertes tras la modernización del Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea (TLCUEM), que facilita el acceso de productos de alta tecnología, farmacéuticos y manufactura avanzada a un mercado de más de 450 millones de consumidores.
América Latina, con Brasil a la cabeza, destaca como el principal socio regional y uno de los mercados de e-commerce y manufactura de más rápido crecimiento, especialmente para productos electrónicos, autopartes y bienes de consumo.
Aprovechar estas oportunidades no es automático. Cada región impone sus propios desafíos logísticos: normas aduanales específicas, tiempos de entrega más estrictos, y la necesidad de trazabilidad completa en sectores regulados como salud o automotriz. Para las empresas mexicanas que buscan ampliar su presencia global, la logística deja de ser solo una función operativa para convertirse en un componente estratégico esencial para las empresas que buscan crecer en estos mercados internacionales.
Diseñar rutas inteligentes, cumplir con regulaciones aduanales de forma eficiente y garantizar visibilidad total durante todo el proceso de envío son ahora requisitos clave para mantenerse competitivo. En este contexto, contar con un socio logístico que integre soluciones avanzadas y cobertura global se vuelve fundamental. UPS, con presencia en más de 200 países y más de 117 años de experiencia, acompaña a las empresas mexicanas en su expansión internacional a través de una oferta integral que incluye transporte multimodal, logística transfronteriza, almacenamiento, distribución y despacho aduanero. Herramientas como UPS Paperless o sus plataformas de rastreabilidad avanzada permiten a las compañías anticipar riesgos, reducir tiempos y costos, y fortalecer su posicionamiento en mercados clave.
En un comercio global en transformación, las empresas que logren diversificar sus rutas, construir cadenas de suministro resilientes y apoyarse en aliados estratégicos estarán mejor posicionadas para liderar el crecimiento en los próximos años. No se trata solo de expandirse: se trata de expandirse de manera más inteligente y sostenible.
UPS/Mayo 27 de 2025