El 23 de octubre, los cazas aliados y socios se unieron a los bombarderos pesados estadounidenses, las fuerzas de operaciones marítimas y especiales en la región del mar Báltico. El entrenamiento fue diseñado para perfeccionar las reacciones a las amenazas dinámicas.
A los B-1 de la Fuerza Aérea de EE. UU. se unieron cazas de Polonia y Suecia, socio de la OTAN, lo que permitió una integración total de la fuerza con las Fuerzas Navales de EE. UU. Europa-África y el Comando de Operaciones Especiales de Europa. Este tipo de misión de armas combinadas demuestra la capacidad de los Aliados para disuadir la agresión y proyectar la estabilidad en la región del Mar Báltico, que alberga las principales rutas marítimas y aéreas de la OTAN y los países socios.
«Las Fuerzas de Tarea de Bombarderos fortalecen nuestra capacidad para operar y luchar junto a nuestros aliados y socios», dijo el general Jeff Harrigian, comandante del Comando Aéreo Aliado. «Los bombarderos mejoran nuestra capacidad para abordar amenazas dinámicas y contrarrestar las acciones de los adversarios en la región como una fuerza conjunta eficaz».
Además, los controladores Allied Joint Terminal Attack de Suecia coordinaron el apoyo aéreo con las tripulaciones de los bombarderos identificando los objetivos de entrenamiento. Los B-1 de la Fuerza Aérea de los EE. UU. brindan una configuración de velocidad, carga útil y maniobrabilidad que permiten una integración aérea, terrestre y marítima perfecta, lo que permite que una Fuerza Conjunta Aliada logre sus objetivos de manera más eficiente.
OTAN/Octubre 25 de 2021