Beneficiándose de más de tres décadas de innovación en tecnología de ataque y sigilo, el B-21 es la próxima evolución de la flota de bombarderos estratégicos de la Fuerza Aérea de EE.UU. y el primer avión de sexta generación del mundo en surcar los cielos.
A la hora de transmitir la determinación de Estados Unidos, el Raider proporcionará a la Fuerza Aérea largo alcance, gran capacidad de supervivencia y flexibilidad en la carga útil de las misiones. El B-21 penetrará las defensas más duras para realizar ataques de precisión en cualquier parte del mundo. Esto es lo que necesita saber sobre el B-21 Raider de Northrop Grumman mientras continúa sus pruebas de vuelo.
- Sexta generación. El B-21 Raider sienta las bases de la tecnología de sexta generación. Por fuera, el sigilo de nueva generación y los avances en procesos poco observables harán que el avión sea más fácil y menos costoso de mantener que los sistemas anteriores. En el interior, la arquitectura abierta del B-21 permitirá una rápida modernización, desde la inclusión de nuevas armas hasta las actualizaciones de software, gracias a las avanzadas capacidades de red y a la exitosa migración al entorno de nube. Con estas innovaciones, el B-21 está diseñado para hacer frente a la evolución de las amenazas durante las próximas décadas.
- Enfoque de asociación. El programa B-21 Raider está reimaginando los procesos de adquisición tradicionales. A través de la gestión activa de los contratos, Northrop Grumman y la Fuerza Aérea han trabajado en una asociación centrada en el éxito compartido a largo plazo. El enfoque de los equipos en la transparencia es evidente en el primer acuerdo de intercambio de datos de la industria que proporciona al usuario final acceso a datos valiosos, incluyendo el gemelo digital del B-21.
- La columna vertebral de la flota. El B-21 Raider constituye la columna vertebral del futuro del poder aéreo estadounidense. El B-21 proporcionará una nueva era de capacidad y flexibilidad mediante la integración avanzada de datos, sensores y armas. Capaz de transportar tanto cargas convencionales como nucleares, el B-21 será uno de los aviones más eficaces del cielo, con capacidad para utilizar una amplia gama de municiones de ataque directo y a distancia.
- Enfoque de la producción. Una estrategia clave del programa era construir un primer avión de pruebas representativo de la producción. En lugar de un prototipo, el avión de pruebas B-21 está equipado con sistemas de misión y fue construido por los mismos técnicos de fabricación que utilizan los mismos procesos y herramientas para los aviones de producción. El conjunto de conocimientos y experiencia adquiridos en el proceso de desarrollo facilita la transición a la producción en el camino hacia la capacidad operativa.
- Un avión digital. Northrop Grumman utiliza un desarrollo de software ágil y herramientas de ingeniería digital para mitigar el riesgo de producción y permitir prácticas de mantenimiento modernas para el programa B-21. Las pruebas en tierra demostraron la eficacia del modelado digital con resultados que superaron los estándares de la industria, allanando el camino para las plataformas y sistemas de nueva generación.
- Fabricación avanzada. Al adoptar las ventajas de la fabricación avanzada, Northrop Grumman invirtió en un ecosistema digital para el B-21 durante todo el ciclo de vida de la aeronave. Desde herramientas de formación y realidad aumentada que permiten a los técnicos visualizar tareas y resolver problemas antes de tocar el avión hasta facilitar la integración de piezas de proveedores en la aeronave, estos avances han reducido el riesgo, favorecido la eficiencia y cultivado la experiencia en toda la plantilla de fabricación.
- Un equipo nacional. Desde la adjudicación del contrato en 2015, Northrop Grumman ha reunido a un equipo nacional para diseñar, probar y construir el avión de ataque más avanzado del mundo. El equipo del B-21 incluye a más de 8.000 personas de Northrop Grumman, socios industriales y la Fuerza Aérea, con más de 400 proveedores en 40 estados. El enfoque de colaboración se extiende a la campaña de ensayos en vuelo. Inicialmente puesta en marcha en 2019, la Fuerza Combinada de Pruebas del B-21 está compuesta por personal de Northrop Grumman y de la Fuerza Aérea que trabajan juntos para llevar a cabo operaciones de pruebas de vuelo antes de la entrega del avión.
- El mantenimiento en primer plano. La sostenibilidad fue una prioridad del programa durante toda la fase de diseño del B-21. Además de impulsar la eficiencia a largo plazo, este enfoque aporta más beneficios a corto plazo y sitúa al B-21 en una posición más avanzada en cuanto a datos técnicos, preparación de material y formación, lo que beneficiará a la comunidad de usuarios en el momento de su puesta en servicio.
- Alcance mundial. El B-21 Raider es fundamental para apoyar la estrategia de disuasión estratégica de nuestra nación. Además de sus avanzadas capacidades de ataque de precisión de largo alcance, que permitirán a los mandos de combate mantener en peligro cualquier objetivo en cualquier lugar del mundo, está diseñado como componente principal de una familia más amplia de sistemas que proporcionarán capacidades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento, ataque electrónico y redes multidominio. En un entorno de seguridad mundial dinámico, el B-21 proporcionará la flexibilidad y disuasión fundamentales para la seguridad de EE.UU. y de nuestros aliados.
- Continuación del legado. El B-21 Raider debe su nombre a la incursión Doolittle de la Segunda Guerra Mundial, en la que 80 aviadores, dirigidos por el teniente coronel James «Jimmy» Doolittle, y 16 bombarderos medios B-25 Mitchell emprendieron una misión que cambió el curso de la guerra. La incursión fue el catalizador de multitud de avances futuros en la superioridad aérea de Estados Unidos y sirve de inspiración para el nombre Raider y el espíritu pionero e innovador inculcado en toda la plantilla que dio vida al B-21.
Northrop Grummman/Noviembre 10 de 2023