BASE DE LA FUERZA AÉREA DE GRAND FORKS, N.D. (AFNS) — La evaluación medioambiental y la revisión legal se han completado, allanando oficialmente el camino para el traslado temporal de 17 B-1B Lancers y 800 aviadores de la Base de la Fuerza Aérea de Ellsworth, Dakota del Sur, a la Base de la Fuerza Aérea de Grand Forks, a partir de diciembre.
Las aeronaves, asignadas a la 28ª Ala de Bombardeo de la base de Ellsworth, continuarán apoyando las misiones de la base de Grand Forks durante su traslado, que se espera dure unos 10 meses. Al ser la primera base en recibir el nuevo bombardero de nueva generación, el B-21 Raider, la reubicación temporal permite a Ellsworth AFB completar una proyección de construcción de pista como parte de los preparativos de la base para su llegada.
«La construcción de la pista en Ellsworth AFB es un hito clave para asegurar que estamos preparados para recibir el B-21 Raider», dijo el coronel Derek Oakley, comandante de la 28ª BW. «Este proyecto ilustra el compromiso de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos con el bombardero de ataque de largo alcance más nuevo de nuestra nación y con la comunidad circundante».
Mientras que los residentes de los alrededores de Ellsworth AFB notan más tráfico de obras, los habitantes del valle del Río Rojo empezarán a ver un aumento de la carga de vehículos militares y del ruido del tráfico aéreo a lo largo del otoño y hasta el invierno.
El primer B-1B que se espera que llegue en diciembre permanecerá en el lugar para ayudar a preparar las operaciones de mantenimiento antes de que llegue la flota completa a principios del próximo año. Los profesionales de mantenimiento de aeronaves realizarán inspecciones y reparaciones diarias para garantizar que la flota de B-1B sea segura para el vuelo, y las actividades de mantenimiento programadas a gran escala se llevarán a cabo en la 7a. Ala de Bombarderos de Dyess AFB, Texas.
«No cabe duda de que la integración de la comunidad B-1 en nuestro ecosistema de sistemas aéreos no tripulados de Grand Forks reportará beneficios a todos los implicados», declaró el coronel Tim Monroe, comandante del 319º Ala de Reconocimiento. «Esta reubicación temporal es la vanguardia de la integración de la Fuerza Aérea, la preparación y el empleo ágil de combate, y personifica el mantra de Un Equipo, Una Lucha».
El 319º RW es el cuartel general que opera el RQ-4B Global Hawk, un avión no tripulado de inteligencia, vigilancia y reconocimiento de gran altitud y larga resistencia, lanzado y volado a distancia en todo el mundo por aviadores en Grand Forks AFB. Como facilitadores de una de las misiones clave de las Fuerzas Aéreas, los operadores de sensores utilizan la información obtenida de la observación de las pautas de vuelo para defender el flanco oriental de la OTAN y vigilar múltiples zonas de operaciones con un creciente interés estratégico.
La reubicación temporal de los B-1B facilita acciones clave para la base de Ellsworth AFB, sin sacrificar la disponibilidad de la flota. A principios de este año, varios bombarderos de Ellsworth AFB se trasladaron a Dyess AFB. Mientras estuvieron allí, se les asignaron misiones y llevaron a cabo ataques en Irak y Siria contra grupos militantes respaldados por Irán.
Una vez finalizada la construcción de la pista el próximo año, los bombarderos y los pilotos volverán a Ellsworth AFB. Está previsto que el B-21 Raider llegue a mediados de la década de 2020.
USAF/Diciembre 02 de 2024
