La aviación, una fuerza irremplazable para el bien en el mundo, está hoy en peligro, ya que las fronteras permanecen cerradas y las voces influyentes en Europa piden restricciones permanentes a los vuelos. Guillaume Faury, consejero delegado de Airbus, comparte su opinión sobre por qué es importante actuar ahora.
El valioso papel de la aviación en la sociedad está en peligro, ya que las fronteras permanecen cerradas y las voces influyentes en Europa piden restricciones permanentes a los vuelos. La industria de la aviación comercial respalda un total de más de 80 millones de empleos en todo el mundo que abarcan el sector del turismo, la cadena de suministro de la industria, aerolíneas, aeropuertos y muchos más. El cierre de fronteras y la cancelación de vuelos significa que las familias están dispersas por todo el mundo y no pueden encontrarse cara a cara, lo que demuestra cómo la aviación se ha vuelto fundamental para la forma de vida de muchas personas.
La aviación conecta y une a personas, culturas y empresas. Al proporcionar el sustento del comercio internacional, la aviación apoya el desarrollo, la educación y las economías globales. El viaje aéreo no solo amplía nuestros horizontes intelectuales, sino que alivia las tensiones al unirnos para aprender y comprendernos unos a otros, ayudándonos a encontrar respuestas a nuestros problemas compartidos. La aviación salvaguarda la paz y la estabilidad mundiales. Es la base del multilateralismo, la diplomacia y la resolución de conflictos que muchos han dado por sentado en la última parte del siglo XX. Entonces, claramente, un mundo más conectado es un mundo más próspero, una prosperidad que proporciona la base para la innovación a escala y la transformación duradera.
Cuanto más prolongada sea la pausa en el comercio y el movimiento internacionales, más graves serán las consecuencias. Un malestar económico prolongado dejará a los gobiernos y las empresas en una posición más débil para abordar los problemas más urgentes. Se necesitan cambios importantes a escala mundial si queremos abordar el mayor desafío de nuestro tiempo: el cambio climático. Para hacer frente a este desafío, se necesita una rápida transformación de todo, desde los sectores de energía y transporte hasta la industria pesada y la construcción. Esto, a su vez, depende del despliegue urgente de grandes cantidades de capital. Sin embargo, esta crisis está limitando la inversión empresarial y, en medio de fronteras cerradas, el mundo se ha convertido en un lugar más inestable en 2020 debido al creciente nacionalismo, el conflicto geopolítico y el proteccionismo.
Todo esto está en juego durante esta pandemia. Todo esto explica por qué la reactivación rápida y segura de los viajes aéreos puede ayudar a curar las heridas de esta crisis.
Sin embargo, el valor de la aviación para la sociedad está actualmente en duda, a medida que aumenta la preocupación pública por el medio ambiente. Por lo tanto, abordar esta preocupación es ahora una prioridad.
Cada sector debe tomar su parte y nosotros estamos comprometidos con la nuestra. Si bien las emisiones de la aviación solo representan el 2-3% de todas las emisiones de CO2 creadas por el hombre, queremos estar a la vanguardia de esta gran transformación. En Airbus, nuestra ambición es liderar la descarbonización de nuestro sector y construir el primer avión de pasajeros libre de emisiones del mundo para 2035. Estamos comprometidos con esta ambición, como lo demuestran nuestros nuevos diseños conceptuales de aviones libres de emisiones. Creemos que podemos ser pioneros en la industria, con socios clave, para hacer realidad los vuelos comerciales libres de carbono. La década de 2020 encierra la promesa de un progreso de gran alcance hacia la aviación sin emisiones de carbono y los gobiernos están dando un nuevo impulso a medida que destinan fondos de investigación a la aviación sostenible.
Es por eso que el debate en Europa y en todo el mundo necesita un replanteamiento urgente. La industria de la aviación está entrando en un período de innovación para igualar cualquier cosa desde los albores de los viajes aéreos. La aviación deja poca huella física en el ecosistema: los paisajes, la flora, la fauna y los cursos de los ríos naturales permanecen intactos mientras los aviones sobrevuelan. ¿Y otros sectores del transporte? Por ejemplo, las expectativas de lo que el ferrocarril puede lograr por sí solo trasciende la realidad actual. La red europea de alta velocidad sigue estando fragmentada. Por el contrario, la aviación ofrece a los pasajeros una amplitud incomparable de conexiones (8600 rutas directas entre ciudades de Europa solamente) y una mayor autonomía: la distancia media de cada vuelo en Europa supera los 1700 km, más de cinco veces la duración de la mayoría de los viajes en tren.
Son tiempos difíciles y febriles para todos nosotros. Mi mensaje para los responsables de la formulación de políticas es claro: la aviación es una fuerza irremplazable para el bien en el mundo. Debe seguir siéndolo en el mundo posterior a la pandemia.
Guillaume Faury
Consejero Delegado de Airbus
Airbus/Septiembre 25 de 2020
