El 12 de marzo, un helicóptero civil no identificado (EC130) fue detectado a unos cien kilómetros al noroeste de París por el Ejército del Aire y del Espacio, requiriendo la intervención por medios de alerta policial.
Poco antes de las 5 p.m., un helicóptero civil de Inglaterra ingresó al espacio aéreo francés sin contacto por radio, como lo requiere el Código de Aviación Civil. Su trayectoria sugería que se dirigía a París.
Ante el delito, la imposibilidad de comunicarse por radio con este último, y la trayectoria estimada, el Comando de Defensa Aérea y Operaciones Aéreas (CDAOA) ordenó el despegue de la permanencia operativa de la base aérea d ‘Evreux. Un Mirage 2000-5 despegó en alerta y rápidamente se incorporó a un lado del helicóptero. El piloto de combate, guiado por controladores militares de tráfico aéreo, observó al helicóptero y gracias a la ayuda visual obtuvo los primeros elementos para evaluar la situación.
Al mismo tiempo, la CDAOA, a través del Centro Nacional de Operaciones Aéreas (CNOA), a cargo de la seguridad aérea del territorio nacional, ordenó el despegue de un helicóptero de alerta desde la base aérea de Villacoublay, para prepararse para cualquier cambio en la situación en vuelo de la aeronave sospechosa cerca de la capital.
Con unos segundos de diferencia, la CNOA se enteró de que el piloto del helicóptero civil se había puesto en contacto con el terreno de Issy-les-Moulineaux para identificarse y preparar su aterrizaje. La CNOA luego se coordina con las fuerzas de seguridad internas. La brigada de gendarmería de transporte aéreo se incorporó al helipuerto para continuar la acción de la Policía desde el cielo hasta el suelo.
El general Lherbette, comandante de la brigada de postura permanente de seguridad aérea (BAPPS) de la CDAOA, especificó: “Ya sea un avión o un helicóptero, el comportamiento anormal en vuelo no debe suscitar ninguna duda. En definitiva, cuando hay alguna una duda, se debe actuar. Estos preciosos minutos ahorrados nos permiten proteger a la población cuando el tiempo está en nuestra contra aunque, en este caso y afortunadamente, no hubo voluntad maliciosa».
Finalmente, luego de ser escuchado por la policía, el piloto explicó que le sorprendió el clima desfavorable que lo obligó a volar a una altitud menor a la esperada. A pesar de sus intentos de solicitar por radio autorización para entrar en el espacio aéreo francés, nunca logró establecer contacto.
En 2020, la Fuerza Aérea francesa detectó 560 situaciones anormales. Condujeron a 350 intervenciones de aviones de combate y helicópteros combinados.
Ministerio de Defensa de Francia/Marzo 16 de 2021