- El éxito de la campaña de fabricación y pruebas demuestra que la tecnología está lista
- La tecnología de tanques ultraligeros y compuestos está pensada para diversas aplicaciones aeroespaciales
- La prueba contribuye a los estudios en curso de Boeing sobre el hidrógeno como futura fuente de energía para la aviación comercial
Un nuevo tipo de tanque de combustible criogénico de gran tamaño, totalmente compuesto y sin revestimiento, diseñado y fabricado por Boeing [NYSE: BA], superó una serie de pruebas críticas en el Centro de Vuelo Espacial Marshall de la NASA a finales de 2021. La exitosa campaña de pruebas demuestra que la nueva tecnología está madura, es segura y está lista para su uso en vehículos aeroespaciales.
El tanque de material compuesto de 4,3 metros de diámetro tiene un tamaño similar al de los tanques de combustible destinados a ser utilizados en la etapa superior del cohete Space Launch System (SLS) de la NASA, que es la capacidad fundacional en el programa de exploración humana Artemis de la NASA en el espacio lunar y profundo. Si la nueva tecnología de materiales compuestos se implementara en versiones evolucionadas de la etapa superior de exploración del SLS, la tecnología de ahorro de peso podría aumentar las masas de la carga útil hasta en un 30%.
«Los materiales compuestos son el próximo gran avance tecnológico para las grandes estructuras de almacenamiento criogénico aeroespacial», dijo el jefe de fabricación de criotanques compuestos de Boeing, Carlos Guzmán. «Y aunque puede ser un reto trabajar con ellos, ofrecen ventajas significativas sobre las estructuras metálicas tradicionales. Boeing tiene la combinación adecuada de experiencia, conocimientos y recursos para seguir avanzando en esta tecnología y llevarla al mercado en una variedad de aplicaciones en el sector aeroespacial y aeronáutico.»
Durante las pruebas, financiadas por DARPA y Boeing, los ingenieros de Boeing y de la NASA llenaron el recipiente con fluido criogénico en múltiples ciclos de prueba, presurizando el tanque hasta las cargas operativas previstas y más allá. En la prueba final, que pretendía empujar el tanque hasta el fallo, las presiones alcanzaron 3,75 veces los requisitos de diseño sin ningún fallo estructural importante.
«El apoyo de la NASA a través de estas pruebas ha sido inestimable», dijo el director del programa de pruebas de Boeing, Steve Wanthal. «Hemos podido utilizar su experiencia técnica y las inversiones realizadas en la infraestructura de pruebas en el Centro de Vuelo Espacial Marshall para seguir avanzando en esta tecnología, lo que en última instancia beneficiará a toda la industria.»
Las aplicaciones de esta tecnología van más allá de los vuelos espaciales. La prueba, que se basa en la amplia experiencia de Boeing en el uso seguro del hidrógeno en aplicaciones aeroespaciales, servirá de base para los estudios en curso de Boeing sobre el hidrógeno como posible vía energética futura para la aviación comercial. Además del uso en programas espaciales, Boeing ha completado cinco programas de demostración de vuelo con hidrógeno.
Boeing/HUNTSVILLE, Ala. Febrero 03 de 2022