La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) emitió el viernes unas recomendaciones urgentes en las que pedía a los reguladores de la aviación estadounidenses y canadienses que exigieran inspecciones inmediatas y más frecuentes de determinados componentes de los helicópteros Bell 407.
«Con cientos de helicópteros actualmente en servicio, el Bell 407 es un modelo popular entre los operadores turísticos, los departamentos de policía, los proveedores de ambulancias aéreas y muchos otros, por lo que nuestro hallazgo es tan urgente», dijo la presidenta de la NTSB, Jennifer Homendy. «Pedimos a los reguladores que actúen inmediatamente, antes de que se produzca otro accidente».
La NTSB identificó el problema de seguridad urgente durante su investigación en curso del accidente del 8 de junio de un Bell 407 cerca de Kalea, Hawái, en el que el brazo de cola se separó del fuselaje durante un vuelo de turismo aéreo.
En ese accidente, los investigadores localizaron el brazo de cola a más de 700 pies del resto del helicóptero, que se estrelló en un terreno cubierto de lava. El piloto y dos pasajeros resultaron gravemente heridos; otros tres pasajeros sufrieron heridas leves.
El examen de los restos del helicóptero reveló que faltaban los herrajes de la parte superior izquierda, instalados en uno de los cuatro accesorios que fijan el brazo de cola al fuselaje, y que no pudieron ser localizados en el lugar del accidente. Los tres herrajes restantes se encontraron con el brazo de cola, un herraje con múltiples fracturas por fatiga y dos herrajes con fracturas por sobrecarga.
En el informe que contiene las recomendaciones urgentes, la NTSB dijo que estaba «preocupada por la posibilidad de que haya más helicópteros Bell 407 con herrajes de fijación del brazo de cola desaparecidos o fracturados, y el potencial de fallo catastrófico justifica una acción inmediata y obligatoria».
La NTSB también dijo que el intervalo de inspección de 300 horas que el fabricante exige para los accesorios de la pluma de cola puede no detectar la falta o la fractura del hardware antes de que la pluma de cola se separe del fuselaje, ya que el accidente se produjo sólo 114 horas después de la última inspección, que no reveló ninguna anomalía.
En consecuencia, la agencia instó a la Administración Federal de Aviación y a Transport Canada a exigir a los operadores del Bell 407 que realicen una inspección inmediata de los accesorios del brazo de cola y que reduzcan el intervalo de inspección de 300 horas a una cifra más conservadora para «aumentar la probabilidad de detectar la fractura de los accesorios antes de que se produzca un fallo catastrófico».
La NTSB pidió además a los reguladores de la aviación que exigieran a los operadores que informaran de sus hallazgos a sus respectivas autoridades reguladoras.
NTSB/Diciembre 02 de 2022
