Air France sigue renovando su flota con aviones de nueva generación, más económicos y respetuosos con el medio ambiente.
De aquí a 2030, estos aviones representarán el 70% de la flota de Air France -frente al 7% actual- gracias a un ambicioso plan de inversiones de mil millones de euros anuales.
La compañía ha alcanzado hoy un hito simbólico al dar la bienvenida a su vigésimo Airbus A220-300, el último buque insignia de su flota de medio recorrido.
El avión, con matrícula F-HZUU, salió de la cadena de montaje de Airbus en Mirabel (Quebec) y se dirige a París-Charles de Gaulle, donde operará en la red de corta y media distancia de la compañía.
Su primer vuelo comercial tendrá lugar el 1 de abril con destino a Ginebra (Suiza).
El fuselaje delantero del avión lleva el nombre de «Grasse», en homenaje a la bonita ciudad de la región de los Alpes Marítimos, famosa en todo el mundo por su industria del perfume.
Desde 2019, Air France ha recuperado su tradición de bautizar sus aviones con nombres de ciudades francesas. Esta tradición celebra el rico patrimonio cultural e histórico de las regiones francesas y promueve su reputación en todo el mundo.
Antes de Grasse, Air France bautizó sus anteriores Airbus A220 con los nombres de Le Bourget, Collioure, Belle-Ile en Mer, Senlis y Arcachon.
De aquí a finales de 2025, 60 A220-300 se incorporarán a la flota de medio recorrido de Air France. Con hasta 15 entregas previstas cada año, se trata de la entrada en flota más rápida de la historia de Air France.
Rendimiento económico y medioambiental sin igual
El Airbus A220-300, el avión de pasillo único más innovador y eficaz de su clase, se adapta perfectamente a la red de corto y medio recorrido de Air France. Ofrece una reducción de costes por asiento de hasta un 10% con respecto a los Airbus A318 y A319 y destaca por su eficiencia energética, ya que consume un 20% menos de combustible que los aviones a los que sustituye y sus emisiones de CO2 también se reducen en un 20%. Su huella acústica también es un 34% menor.
La renovación de la flota es una de las principales palancas de la trayectoria de descarbonización de Air France, conocida como Air France ACT. Air France pretende reducir sus emisiones de CO2 por pasajero-kilómetro en un 30% de aquí a 2030, con respecto a 2019, excluyendo cualquier medida compensatoria. Para alcanzar estos objetivos, Air France hace todo lo posible en materia de renovación de la flota, utilización de combustible de aviación sostenible, eco-pilotaje e intermodalidad.
Máximo confort a bordo
El Airbus A220-300 de Air France dispone de 148 asientos, en una configuración de 2-3 asientos (5 asientos transversales) que ofrece al 80% de los clientes un asiento de ventanilla o de pasillo. El asiento es el más ancho del mercado para un avión de pasillo único. Es reclinable y tiene un reposacabezas ajustable, tapicería de cuero y un cojín de asiento ergonómico para mayor comodidad. Una amplia y sólida bandeja, un portavasos, un bolsillo en el asiento, puertos USB A y C individuales y un soporte para tableta o smartphone integrado en el respaldo completan el conjunto.
La cabina, la más espaciosa y luminosa de su categoría, está decorada con los colores característicos de Air France: tonos azules, una fuerte presencia del blanco que aporta luz y contraste, y un toque de rojo simbolizan la excelencia y el saber hacer de la compañía. El pasillo central es especialmente ancho, lo que permite a los clientes desplazarse cómodamente. La moqueta retoma el tradicional dibujo ornamental en espiga, símbolo del emblemático mundo de inspiración haussmaniana de los apartamentos parisinos. Las grandes ventanas panorámicas proporcionan luz natural durante todo el viaje. Por último, los espaciosos portaequipajes son de fácil acceso.
Air France/Marzo 31 de 2023
