Hace casi 60 años se crearon la Fuerza Aérea Estratégica (FAS) para proteger los intereses vitales de Francia. Desde 1964, las FAS se entrenan para «hacer frente» a cualquier agresión potencial, gracias a las prestaciones afinadas de sus instrumentos de combate. He aquí una retrospectiva de los primeros pasos dados por las FAS y sus defensores, que estarán en la avenida Foch el 14 de julio.
Históricamente esenciales
La Fuerza Aérea Estratégica actúan bajo la égida de la Fuerza de Disuasión Nuclear francesa, junto a la Fuerza Aeronaval Nuclear (FANU) de la Marina francesa y las Fuerzas Estratégicas Oceánicas (FOST), encargadas de la explotación de los submarinos nucleares propulsados por misiles balísticos (SNLE). «Disuasión»: es el gran pilar al que la Fuerza Aérea y Espacial se aplica meticulosamente desde los años sesenta.
El 8 de octubre de 1964, Francia lanzó su primera disuasión nuclear con la combinación Mirage IV – C-135 y la bomba nuclear AN20. Esta primera alerta declaró oficialmente el nacimiento del componente nuclear aéreo permanente. Desde entonces, nuestros medios se han ido adaptando a la evolución del clima tecnológico, geopolítico y operativo mundial.
Los Rafale B transportan ahora el misil nuclear ASMPA, los aviones de reabastecimiento A330 Phénix han respaldado a los C-135, y las tripulaciones de las Fuerzas Aéreas Estratégicas (FAS) se han vuelto totalmente polivalentes y participan ahora en todo el espectro de misiones del Ejército del Aire y del Espacio.
Desde las tres bases nucleares de Istres, Avord y Saint-Dizier, así como desde los dos centros de operaciones de Taverny y Lyon, cerca de 2.200 aviadores y aviadoras componen unas Fuerzas de excelencia y credibilidad internacional.
En cualquier momento, en cualquier lugar
El componente aéreo se distingue inequívocamente por el carácter conspicuo y reversible de su modo de proyección. El Mando Aéreo Estratégico (CFAS) no ha cesado de desarrollar la polivalencia de sus medios, que ahora es total, tanto para el Rafale como para el A330 MRTT Phénix.
Esta multiplicidad de capacidades beneficia tanto a las misiones nucleares como a las convencionales. Estas últimas se benefician de la experiencia de las FAS en la proyección de potencia a muy largo alcance desde el territorio nacional.
Tomemos, por ejemplo, la misión de proyección PEGASE, actualmente desplegada en el hemisferio sur y más concretamente en el Indo-Pacífico. Esta operación de gran volumen es un testimonio de la capacidad de respuesta, eficacia y versatilidad de la capacidad global de las FAE.
De este modo fundamental, la disuasión nuclear se aplica ante todo bajo la autoridad del Presidente de la República, que es el único que tiene libertad para evaluar, decidir y actuar en el ejercicio de sus responsabilidades internacionales. El próximo 14 de julio, las FAS participarán durante el tradicional desfile aéreo en París
Armée de l’Air et de l’Espace/Julio 10 de 2024