Muy temprano el viernes 24 de julio, el décimo Boeing 787-9 de Air France aterrizó en el aeropuerto Paris-Charles de Gaulle para unirse a la flota de larga distancia de la aerolínea.
El avión, con matrícula F-HRBJ, es el décimo y último en unirse a la flota de Air France. Las próximas entregas de aviones de nueva generación se referirán a los A350 en la red de larga distancia, seguidos de los A220 en la red de corta y media distancia.
Con este avión de nueva generación, Air France continúa modernizando y renovando su flota con aviones más modernos, más eficientes y más ecológicos.
Esta es una contribución importante a la estrategia de desarrollo sostenible de la aerolínea. Al igual que los A350, el Boeing 787 ofrece beneficios operativos y ambientales con un menor consumo de combustible que los aviones de la generación anterior y una reducción significativa de las emisiones de CO2 (alrededor del 20%), así como las emisiones de ruido.
A bordo, la comodidad es óptima, con una cabina luminosa con ventanas que son 30% más grandes que las de los aviones de la generación anterior, más espacio en las diversas cabinas, mejores niveles de presión de aire y humedad que hacen que el vuelo sea aún más cómodo. Este avión también está equipado con Wi-Fi, lo que permite a los clientes mantenerse conectados durante todo el viaje.
Air France/Julio 24 de 2020