Ayer, un Embraer 195-E2 Cityhopper de KLM voló desde el aeropuerto Schiphol de Ámsterdam al aeropuerto de Valencia con motivo de The Aviation Challenge. El reto es una iniciativa de SkyTeam para animar a las aerolíneas a realizar sus operaciones de la forma más eficiente y económica posible. Las aerolíneas participantes comparten los resultados de las pruebas para que puedan utilizar esta información para mejorar aún más la sostenibilidad de sus operaciones de vuelo en general.
KLM es consciente de su impacto en el medio ambiente y el clima, y entiende que existen límites a lo que nuestro planeta puede soportar, lo que exige actuar si queremos seguir operando dentro de esos límites. Probando diversas innovaciones durante las operaciones de vuelo y a bordo, KLM examina sus resultados con el objetivo de ampliarlos y aplicarlos como prácticas estándar.
El vuelo Cityhopper de KLM para The Aviation Challenge ha aterrizado en Valencia, la ciudad designada Capital Verde Europea para 2024 por la Comisión Europea.
Antes y durante el vuelo, KLM pone a prueba diversas iniciativas. Por ejemplo, la aplicación de un nuevo procedimiento de ascenso, OptiClimb, puede ahorrar un 1% de combustible en los vuelos de KLM Cityhopper. Este procedimiento aconseja a los pilotos sobre las velocidades de ascenso más eficientes en función del peso, las condiciones meteorológicas, el tipo de avión y la ruta. Este procedimiento se aplicará en todos los vuelos Cityhopper de KLM la próxima semana. Además, se realizan esfuerzos para llevar a cabo los procesos en tierra en el aeropuerto -tanto en Schiphol como en Valencia- utilizando la mayor cantidad posible de equipos eléctricos.
A bordo se introducen varios cambios, tanto perceptibles como imperceptibles para los pasajeros. Los cálculos garantizan que el avión se carga con el mínimo peso posible, y los residuos de comida se recogen por separado. El vino se transporta en «Wine Tubes» en lugar de botellas pequeñas, lo que reduce tanto el peso como los residuos. Los carritos también se actualizan para recoger y procesar por separado todos los residuos. La porcelana se sustituye a bordo, y la taza de la clase Business se fabrica con residuos agrícolas reciclados. La revista de a bordo de KLM, Holland Herald, está disponible digitalmente a través de WiFi a bordo. Por último, la tripulación ha recibido uniformes fabricados con un nuevo tejido más sostenible y lleva las zapatillas KLM de Filling Pieces, presentadas anteriormente.
Como compañía aérea, KLM también quiere implicar a sus pasajeros en la transición. Los pasajeros que compran combustible alternativo (SAF) tienen prioridad de embarque, justo después de los pasajeros SkyPriority. El agua del grifo es más accesible en Schiphol con puntos de agua, que permiten a los pasajeros llenar botellas reutilizables proporcionadas por Dopper, reduciendo la necesidad de botellas de agua de plástico. También se anima a los pasajeros a llevar poco equipaje antes del vuelo.
La idea de The Aviation Challenge surgió de un grupo de entusiastas colegas de KLM. Se inspiraron en la histórica carrera Londres-Melbourne de 1934, cuyo objetivo era conectar el mundo y unir a las personas. Los retos actuales de la aviación no consisten en salvar distancias, sino en la sostenibilidad. De ahí que el reto concreto de SkyTeam en forma de The Aviation Challenge consista en realizar un vuelo comercial regular con el menor impacto posible sobre el planeta.
KLM/Septiembre 06 de 2024
