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Lanzamiento con éxito de la misión de defensa planetaria Hera

Tiempo de lectura: 4 minutos
Interconexión de Hera con Cubesats ©ESA

Madrid – Hera, la primera misión de defensa planetaria de la Agencia Espacial Europea (ESA), fue lanzada ayer con éxito a bordo de un cohete SpaceX Falcon 9, desde Cabo Cañaveral en Florida. El satélite se dirige ahora a un objetivo único entre los 1,3 millones de asteroides conocidos de nuestro Sistema Solar.

Si un asteroide amenazara la Tierra, ¿qué se podría hacer para hacer frente a la situación? El 26 de septiembre de 2022, la misión DART (Double Asteroid Redirection Test) de la NASA llevó a cabo la primera prueba de desviación de asteroides de la humanidad al estrellarse contra la luna Dimorphos, del tamaño de una gran pirámide. Esto provocó un desplazamiento de su órbita alrededor del asteroide principal Didymos, del tamaño de una montaña.

La misión Hera viajará a Dimorphos para recopilar datos vitales sobre el cuerpo desviado y convertir el experimento de impacto cinético a gran escala de DART en una técnica de defensa planetaria bien entendida y potencialmente repetible. Hera proporcionará, en particular, mediciones precisas de la masa del asteroide, así como información crucial sobre su composición y estructura, esenciales para interpretar el resultado del impacto.

La misión Hera también llevará a cabo la exploración más detallada hasta la fecha de un sistema binario de asteroides: aunque los binarios representan el 15% de todos los asteroides conocidos, nunca se han estudiado en detalle. Hera también llevará a cabo experimentos de demostración tecnológica, incluido el despliegue de los primeros «CubeSats» de espacio profundo de la ESA -nave espacial del tamaño de una caja de zapatos que se adentrará más cerca que la misión principal para luego aterrizar- y una ambiciosa prueba de «autoconducción» para la nave espacial principal, basada en la navegación por visión. OHB System AG (Alemania), como contratista principal de Hera, dirigió el consorcio industrial, incluida la responsabilidad del diseño, desarrollo, ensamblaje y pruebas generales de la nave espacial.

La contribución de Thales Alenia Space: un trabajo en equipo entre España, Italia y Bélgica

Thales Alenia Space, empresa conjunta de Thales (67%) y Leonardo (33%), aportó tecnologías clave a bordo de la nave espacial Hera. Thales Alenia Space en España se encargó del subsistema de comunicaciones, que permite controlar y seguir la nave espacial desde una distancia de hasta 500 millones de kilómetros y enviar a la Tierra toda la información recogida por Hera. Thales Alenia Space en Italia desarrolló el transpondedor de última generación para el espacio profundo, mientras que Thales Alenia Space en Bélgica desarrolló los amplificadores de tubo de onda viajera (TWTA), así como la unidad de acondicionamiento y distribución de energía (PCDU), que suministra energía a la nave espacial durante toda su vida útil.

Salvaguardar nuestro planeta

Los asteroides son cuerpos originados en las nebulosas de estrellas jóvenes que nunca llegaron a convertirse en planetas, formados de roca y metal. Entre ellos, los que tienen una órbita que los acerca a la Tierra (a menos de 45 millones de kilómetros), conocidos como asteroides cercanos a la Tierra, representan un riesgo de chocar con ella. Hay muchos cuerpos de este tipo en nuestro Sistema Solar, desde diminutos que miden unos pocos metros (hay entre 40 y 50 millones de ellos) hasta otros más grandes, de más de 1 km, pero mucho más escasos (hay menos de 1.000).

Ni los asteroides cercanos a la Tierra más pequeños ni los más grandes representan una amenaza real para la humanidad. De hecho, los asteroides pequeños chocan contra la Tierra con bastante frecuencia (cada dos semanas) sin consecuencias. Los más grandes, aunque potencialmente peligrosos, son bien conocidos y rastreados, y hacen falta millones de años para que uno de ellos impacte contra la Tierra. En realidad, el impacto de un asteroide de 10 km es la teoría más aceptada de la extinción del Cretácico hace unos 66 millones de años, que acabó con tres cuartas partes de las especies vegetales y animales, entre otras los dinosaurios.

Los asteroides de tamaño medio, de más de 100 metros, son los que deben preocuparnos. Hay unos 30.000 asteroides cercanos a la Tierra de la clase de tamaño de 100 a 300 metros, el 82% de ellos aún por avistar, que chocan contra la Tierra cada 10.000 años. La energía de impacto de un asteroide de este tipo equivale a unos 50 megatones de TNT, la potencia de una «bomba zar». El efecto de un impacto de este tipo sería devastador si alcanzara una zona poblada, capaz de destruir una ciudad entera o de crear un tsunami si impactara contra un mar.

El sistema binario de asteroides Didymos es prototípico en cuanto a tamaño de los miles de asteroides que suponen un peligroso riesgo de impacto para nuestro planeta. Alrededor del cuerpo principal de Dydimos, de 780 metros de diámetro, orbita el moonlet Dimorphos, de 150 metros, que es el primer cuerpo del Sistema Solar cuya órbita ha sido modificada de forma mensurable por la acción humana, por el impacto del DART, y es también el asteroide más pequeño visitado hasta ahora por la humanidad.

La nave espacial Hera alcanzará el asteroide binario en octubre de 2026, tras una fase de crucero de dos años. El día en que Hera alcance Didymos, estará a 195 millones de km de la Tierra.

Thales/Octubre 08 de 2024

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