• No existe miedo a la competencia, pero sí a entregar el espacio aéreo mexicano a extranjeros. Sería igual que regalar las tierras, playas y mares a otros países.
• Para mejorar los precios de los boletos se requiere bajar los impuestos y tarifas aeroportuarias que pagan los viajeros, ya que el país tiene los más caros de América Latina y del mundo.
• México tiene una extraordinaria conectividad aérea, pero su industria nacional se debilita por no existir una política aeronáutica de Estado
La Cámara Nacional de Aerotransportes (CANAERO), Institución autónoma de interés público integrada por 45 miembros entre aerolíneas, empresas cargueras, taxis aéreos y prestadores de servicios, entre otros, alerta a los pasajeros, empleados y autoridades, sobre la amenaza que representa la iniciativa que busca reformar la Ley de Aviación Civil y la Ley de Aeropuertos, para permitir que aerolíneas de otros países realicen cabotaje, es decir vuelos entre dos destinos del territorio nacional.
De ser aprobada la iniciativa que ha sido turnada a las Comisiones de Comunicaciones y Transportes, Economía e
Infraestructura de la Cámara de Diputados, afectará grave e históricamente a los mexicanos por lo siguiente:
1. Carece de sustento legal, análisis de prácticas internacionales, estudios, estadísticas, participación de expertos y en resumen, no contiene elementos serios y fundados que demuestren beneficio público para los mexicanos. Se ignoró la existencia de grandes fuentes de información y experiencia como la propia Organización de Aviación Civil
Internacional (OACI), la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), la Asociación Latinoamericana y del
Caribe del Transporte Aéreo (ALTA) y la propia CANAERO, entre otras.
2. La mayoría de los países prohíben el cabotaje al ser una estrategia indicada para naciones cuya ubicación geográfica u otras condiciones les impiden una buena conectividad aérea, lo que no es el caso de México.
3. Contados países que permitieron el cabotaje sin estudios ni estrategia como la reforma que se plantea, perdieron
a sus aerolíneas y empleos, generando una crisis de conectividad y competitividad de dimensiones desastrosas.
Las regiones con presencia de cabotaje en Europa y Australia/Nueva Zelanda, hicieron acuerdos multi-laterales con
un proceso consensado y muy estudiado entre los participantes.
4. La iniciativa ignora la relevancia del sector aéreo. Más del 93% de los ingresos por turismo de internación provienen de viajeros que se trasladan por aire y más del 70% de ellos lo hicieron en aerolíneas extranjeras. Competencia hay suficiente y no hay temor a ella, sino a las decisiones que debilitan al sector aéreo nacional.
5. Las aerolíneas extranjeras no son el enemigo, por el contrario, han impulsado la competencia y muestra de esto es que casi 70 de ellas tienen presencia en los principales destinos de nuestro país.
6. México es de los países mejor conectados del mundo a nivel doméstico gracias a empresas nacionales que
invierten, generan empleos, son grandes contribuyentes y asumen los riesgos de los negocios, sin tener subsidios
ni rescates gubernamentales como sucede en otros países. Tan solo en 2022 las aerolíneas nacionales atendieron
220 rutas domésticas en toda la República Mexicana. No falta conectividad, sino visión de futuro basada en estudios
e incentivos que reconozcan y fortalezcan las capacidades de los mexicanos.
7. Casi el 80% de los pasajeros que se movieron en México el año pasado se concentraron en siete aeropuertos: AICM, Cancún, Guadalajara, Los Cabos, Monterrey, Puerto Vallarta y Tijuana. Si se permite a empresas extranjeras operar vuelos domésticos, éstas necesitarían atender las rutas más rentables, bajando quizá sus precios inicialmente y después, una vez depredadas las aerolíneas nacionales, tendrían el control de las rutas y fijarían altos precios
para recuperar las pérdidas que les haya generado su ingreso. Y cuando en sus países de origen experimentan adversidades, abandonan las rutas internacionales para proteger las de sus naciones, desconectando por completo los destinos donde hacían cabotaje. Esa experiencia ya la vivieron otros países, pero en la iniciativa que se discute en el Congreso, no se analizaron antecedentes.
8. Las aerolíneas de México conectan destinos con poco o nulo beneficio económico, pero las mantienen gracias a sus operaciones rentables dentro y fuera del país. Si las líneas aéreas de México pierden las rutas de alto volumen,
desconectarán los destinos menos atractivos, dejando incomunicadas múltiples regiones. El riesgo es su debilitamiento financiero y posterior quiebra. En los últimos años más de una decena de aerolíneas desaparecieron en México, dos de ellas en el presente sexenio.
9. Las aerolíneas de otros países emplearían a extranjeros como tripulaciones y otros empleados en tierra, desplazando a los mexicanos.
10. Con el cabotaje, las empresas extranjeras tributarían en sus países, mermando la recaudación de impuestos y, en
consecuencia, los recursos para hacer frente a servicios públicos a cargo del Estado.
11. Los impuestos, derechos y tarifas aeroportuarias a que son sujetos los pasajeros en México, son de los más altos
en la región y de ciertas partes del mundo. Es urgente dejar de incrementarlos y revisar conceptos como las Tarifas
de Uso de Aeropuerto (TUA) que cobran los aeropuertos mexicanos a los viajeros que siguen en aumento con la
autorización del gobierno. La TUA ha llegado a representar hasta el 65% del costo total del boleto del avión en un
vuelo doméstico.
12. Una aerolínea del estado mexicano tendría que ser subsidiada con los impuestos de los mexicanos para poder
conectar destinos que no son ni serán rentables.
La industria aérea genera 1.4 millones de empleos directos e indirectos en México. Debilitarla implica la desaparición de fuentes de trabajo, disminuir la recaudación de impuestos, desconectar destinos, ahuyentar la inversión local y extranjera. En resumen, provocaría la nueva crisis del sector aéreo ya de por sí vulnerable por múltiples factores como el precio de la turbosina, la falta de una política de Estado, la pérdida de Categoría 1 de la autoridad aeronáutica, la falta de regulación inteligente, altos impuestos y cargos, entre otros factores.
México necesita una política de Estado, una autoridad aeronáutica fuerte, inversión en infraestructura, tecnología,
procesos migratorios, aduanales, revisión de impuestos, derechos y otros cargos. Todo lo anterior sí representaría un auténtico beneficio a los mexicanos, el cabotaje no. Es fundamental que las autoridades consideren la participación de los expertos para procurar un desarrollo sostenible donde prevalezcan los argumentos e intereses legales, técnicos, sociales y económicos por encima de otros. La CANAERO reitera su más amplio deseo y disposición de aportar todo lo necesario en favor del interés común.
CANAERO/Marzo 13 de 2023