Del 18 de septiembre al 6 de octubre de 2023, 350 aviadores y una veintena de aviones Mirage 2000-5 y Rafale tomaron la pista de la base aérea 126 de Ventiseri-Solenzara para una campaña de tiro conjunta.
Dos escuadrones, dos tipos de aviones, dos destacamentos con un único objetivo: la cualificación en tiro aire-aire de los pilotos de caza, combinada con un entrenamiento conjunto de combate aéreo. Durante tres semanas, los pilotos del Ala 2 y del Ala 30 de Caza realizarán una serie de pases de tiro y de entrenamiento conjunto aire-aire. Trabajando juntos, los dos escuadrones Rafale y Mirage 2000-5F de la Brigada Aérea de Aviación de Caza (BAAC) podrán llevar a cabo misiones tácticas en diversos escenarios, superando ciertas limitaciones. Al mismo tiempo, la BAAC sigue formando a sus pilotos (calificación de tiro primario, piloto de combate operativo, subjefe de patrulla, jefe de patrulla, etc.).
«Además de una campaña de tiro tradicional, estas tres semanas se articulan en torno a misiones de combate visual y, a continuación, misiones de combate radar de complejidad creciente», explica el comandante Georges, piloto del grupo de cazas Cigognes 1/2 y director del ejercicio. Desplegar tantos aviones, en una configuración ligera, significa que podemos montar misiones de 6 u 8 contra 4, en supersónico, garantizando al mismo tiempo las franjas horarias dedicadas al tiro». Una ventaja para todos los participantes, de todas las generaciones.
Planificación meticulosa
Los comandantes de escuadrón se encargan de la planificación de los vuelos, asignando las misiones en función de los objetivos fijados. Los más experimentados deben mantener sus habilidades, mientras que los jóvenes aprendices buscan su primera calificación de tiro aire-aire. A las maniobras de aprendizaje se añade la gestión del estrés. Para cada una de sus franjas horarias, el capitán Dorian, del regimiento de caza 2/30 «Normandie-Niémen», pudo beneficiarse de los consejos y sugerencias de los veteranos, desde el principio de los preparativos de su vuelo. Se analizan todas las fases de la misión, para que el joven piloto en formación militar pueda prepararse mentalmente para su pase de tiro. Un pase de tiro con cámara, con un instructor en el asiento trasero, luego en monoplaza acompañado por un jefe, y finalmente un pase de tiro en directo… La acumulación de potencia se produce in crescendo.
En cuanto al GC 1/2 «Cigognes», fue en un simulador donde los PIM aprendieron su primera aproximación al tiro aire-aire. Una vez en Córcega, despegaron para su pase de cámara, seguido de disparos en directo con su jefe al lado. El objetivo es evitar el uso del M2000B, cuyo potencial es limitado. «Este programa adaptado es una primicia y es bastante concluyente», afirma el comandante Georges. En total, unos cuarenta pilotos tienen que validar o mantener su cualificación, a razón de tres a cinco misiones asignadas en función de su experiencia. La artillería aire-aire es una habilidad que tenemos que mantener», prosigue el piloto. Es una oportunidad para perfeccionar nuestras habilidades técnicas de pilotaje y adquirir un conocimiento detallado del rendimiento de la máquina».
BA 126, sede de las campañas de tiro aire-aire
Orgullosos de los vestigios de las campañas de tiro aire-aire de los últimos veinte años, los pasillos del escuadrón de tránsito BA 126 marcan la pauta. Insignias, punzones, firmas y otros cuadros adornan las paredes, marcando las diferentes añadas de cazas que han volado en la base aérea corsa. La BA 126 es un campo de entrenamiento de primer orden y ofrece innegables ventajas para optimizar la formación de sus aviadores. Disponemos de zonas marítimas y montañosas ideales para el combate aéreo cerca de la base», confirma el coronel Christophe Pamart, comandante de BA 126. Además, sabemos adaptar nuestras capacidades operativas y de apoyo a este tipo de campaña».
Un reto importante para esta operación de 750 efectivos, que ve aumentar temporalmente su plantilla en un 50%. Por no hablar de la gestión de 25 aviones de combate, además de los helicópteros Puma residentes. «Al igual que en los demás cursos de formación que organizamos, hemos reforzado los equipos de nuestros centros de control militar», prosigue el coronel. Por ejemplo, se han enviado controladores de defensa aérea para garantizar el buen desarrollo de las fases de tiro. En cuanto a la fábrica de blancos, funciona a pleno rendimiento para equipar a los Alphajets del escuadrón de entrenamiento 3/8 «Côte d’or» con biroutes, los famosos blancos acústicos remolcados. Llevar a cabo una campaña de esta envergadura requiere cierta disciplina», resume el director del ejercicio. Ya sea en el aire, gestionando las franjas horarias asignadas a las fases de tiro, o en tierra, con una zona de estacionamiento de aviones repleta de mecánicos encargados de armar y desarmar los aparatos, repostarlos y mantenerlos en condiciones operativas. Más de 200 mecánicos están de guardia día y noche para poner y sacar los aviones de servicio. Sin duda, en las paredes del escuadrón visitante habrá espacio de sobra para inmortalizar esta campaña sin precedentes.
Sobre BA 126: La base aérea 126 Ventiseri-Solenzara “Captain Preziosi” se encuentra en Alta Córcega. Su misión principal es apoyar a los escuadrones de combate del Ejército del Aire y del Espacio (Francia) y a varias unidades de la OTAN que rotan para entrenarse en tiro aire-aire y aire-tierra. Su posición geográfica la sitúa naturalmente como una base avanzada para operaciones aéreas en el Mediterráneo.
Armée de l’Air et de l’Espace/Septiembre 22 de 2023