El primero de los 213 F-16 adquiridos por los Países Bajos llegó a la base aérea de Leeuwarden el 6 de junio de 1979. Durante más de 45 años, el caza de fabricación estadounidense demostró su valor añadido tanto en su país como en el extranjero. En 1979, el F-16 Fighting Falcon sucedió al F-104 Starfighter, y más tarde al NF-5. Mientras tanto, el F-35 sustituyó al F-16. Esta tarde, Defensa ha despedido oficialmente al legendario avión. El acto incluyó un vuelo en formación de ocho aviones sobre los Países Bajos.
En la actualidad, sólo las bases aéreas de Leeuwarden y Volkel albergan aviones de combate. Ahora son los F-35, pero antes de que estos aviones hicieran su aparición, también los F-16.
Por cierto, estos también estaban estacionados en las bases aéreas de Eindhoven, Gilze-Rijen y Twenthe.
Además, se pudieron encontrar Fighting Falcons de los Países Bajos en los estados norteamericanos de Arizona (Tuscon) (1990-2007 y 2011-2022) e Illinois (Springfield) (2007-2010). Los F-16 se utilizaron allí para el entrenamiento de pilotos de caza.
Vigilancia del espacio aéreo
El F-16 demostró su valor añadido tanto en su país como en el extranjero. En los Países Bajos, por ejemplo, 2 de estos aviones estuvieron en alerta en numerosas ocasiones para vigilar el espacio aéreo de Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo. La llamada Alerta de Reacción Rápida también tuvo que entrar en acción en repetidas ocasiones cuando bombarderos rusos se aproximaron o sobrevolaron el espacio aéreo holandés. Otro ejemplo es el despliegue para la vigilancia de diques. En este caso, los F-16 cartografiaron con equipos de infrarrojos si los diques estaban saturados de agua y, por tanto, debilitados.
Accidentes
Las cosas no siempre fueron bien. El 10 de marzo de 1980, el primer F-16 se estrelló. A éste le siguieron 44 accidentes más en los que se vio implicado este tipo de caza. Algunos aparatos se pudieron reparar, pero 36 resultaron ser siniestros totales. En total, la Fuerza Aérea perdió 15 pilotos de F-16 en los 45 accidentes y choques.
El último avión que la Fuerza Aérea dio por perdido fue el 21 de septiembre de 2006. Desde entonces, las cosas han ido bien en ese ámbito. Los aviadores regresaron sanos y salvos de sus vuelos de entrenamiento y misiones.
Misiones
Estas misiones, por cierto, comienzan para el F-16 ya en abril de 1993, poco después de que la Guerra Fría terminara oficialmente en 1991. En la antigua Yugoslavia aumentan las tensiones entre diferentes grupos de población. Esto da lugar a las operaciones de la OTAN Deny Flight y Deliberation Force.
Los F-16 holandeses participan desde Villafranca en la imposición inicial de una zona de exclusión aérea y en las posteriores misiones de bombardeo. A continuación, desde Amendola (Italia), los Países Bajos contribuyen con F-16, entre otros, a la operación Allied Force.
Tras su despliegue sobre los Balcanes, los F-16 operaron en Afganistán entre 2002 y 2014. Primero para la Operación Libertad Duradera y después para la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF).
Los Países Bajos también desplegaron F-16 desde Cerdeña para Unified Protector en Libia en 2011.
Por último, los F-16 de los Países Bajos también sirvieron durante varios años desde Jordania para Inherent Resolve. Esta operación se centra en la lucha contra la organización terrorista ISIS en Irak y Siria. Los F-16 participan desde 2014 hasta 2018.
Una segunda vida para los F-16
Para la Fuerza Aérea, la era de los F-16 ha terminado, pero no para ellos. De los aviones que no han sido vendidos o amortizados a lo largo de los años, 14 de los 18 prometidos están ahora en Rumanía. En ellos se entrenarán pilotos de caza, no sólo rumanos, sino también ucranianos.
Y los últimos F-16 que los Países Bajos van a donar a Ucrania para que los despliegue en la lucha contra los rusos.
Ministerio de Defensa de los Países Bajos/Septiembre 27 de 2024