
Durante un tiro táctico en Ustka (Polonia), los soldados atacan objetivos de entrenamiento con el misil antiaéreo Stinger. De este modo, garantizan su preparación operativa para la defensa nacional y de la alianza. Lo que pueden hacer -protegerse contra amenazas desde el aire a corta distancia- es cada vez más importante.
La orden del sargento de control de tiro llega por radio: «¡Liberen para disparar al objetivo asignado!». Apenas un suspiro después, el artillero aprieta el gatillo y el misil guiado Stinger sale disparado del Fliegerfaust 2, que el soldado sostiene al hombro. Apenas visible a simple vista, el misil se dirige hacia su objetivo. Segundos después, se ve a lo lejos una bola de fuego: un impacto directo. El dron objetivo -a unos cuatro kilómetros de distancia, de unos tres metros de largo y con una envergadura de unos dos metros y medio- ha sido alcanzado con éxito.
Una fuerte señal de colaboración
No será el último disparo del día: a principios de mayo, el Grupo de Misiles de Defensa Antiaérea 61 de Todendorf se desplazó al Centro de Entrenamiento de la Fuerza Aérea (ATCAir Force Training Center), cerca de la ciudad de Ustka, en la costa báltica polaca, con casi 100 soldados, varios vehículos y misiles del sistema ligero de defensa antiaérea (leFlaSysLichtes Flugabwehrsystem). Esto se debe a que la propia zona de entrenamiento de Alemania, cerca de Todendorf, en Schleswig-Holstein, autorizada para este tipo de disparos de largo alcance con misiles guiados, está plenamente utilizada. El hecho de que haya sido posible desplazarse a Polonia con tan poca antelación es «una clara señal de cooperación internacional que funciona» y «también fomentará significativamente la confianza dentro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte», afirma encantado el comandante Tim E., jefe del escuadrón del sistema ligero de defensa antiaérea leFlaSys del Grupo 61 de Misiles de Defensa Antiaérea.
Un sistema de defensa aérea para el dinámico campo de batalla
El sistema ligero de defensa aérea leFlaSys es altamente móvil y está especialmente diseñado para proteger el espacio aéreo a corta distancia. El núcleo del sistema es el misil guiado estadounidense Stinger. En las Fuerzas Armadas alemanas, puede dispararse desde un portaarmas Ozelot basado en el vehículo de oruga Wiesel 2, así como lanzarse desde el hombro con el Fliegerfaust. Entre otras cosas, el sistema puede atacar aviones que vuelan bajo, helicópteros y drones a una distancia de hasta seis kilómetros y a una altitud de tres kilómetros. El misil guiado funciona según el principio de «disparar y olvidar»: gracias al sistema de sensores, puede rastrear y alcanzar su objetivo de forma independiente. Esto lo hace especialmente eficaz y potente en combate dinámico.
La preparación operativa es el objetivo declarado
Para los soldados alemanes, los disparos forman parte del Programa de Adiestramiento en Combate Táctico (TCPTTactical Combat Training Program), que es un paso importante hacia la plena cualificación como soldado de defensa antiaérea o para mantener su cualificación. «Es una medida de entrenamiento básico y avanzado extremadamente valiosa para nuestros soldados, especialmente para los primeros tiradores y las tripulaciones de los sistemas de armas desplegados», subraya el comandante de escuadrón Tim E. Aunque este tiro se centra en los primeros tiradores, el mantenimiento de las habilidades, es decir, la repetición regular del tiro, también es de gran importancia para la preparación operativa de la unidad.
Bundeswehr/Junio 05 de 2025