Los cielos hawaianos se despejaron para los aviadores de la Fuerza Total y los participantes de la Reserva de la Armada que participaron en un ejercicio de combate, el primero de su clase, del 18 al 26 de enero.
Mientras que la ANG de Hawaii organiza habitualmente ejercicios de combate a gran escala a través de su programa Sentry Aloha, este entrenamiento marcó la primera vez que los EA-18G Growlers combinaron sus capacidades de ataque electrónico (EA) con los F-22 Raptors con base local dentro de la sede conjunta.
La lista reducida de participantes permitió a los operadores de los Growlers, asignados al Escuadrón de Ataque Electrónico (VAQ) 209 de los «Guerreros de las Estrellas», y a los «Raptors hawaianos» perfeccionar las tácticas especializadas adaptadas a sus capacidades de ataque únicas.
El EA-18G Growler es la principal plataforma de ataque electrónico aerotransportado de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y es pilotado exclusivamente por la Armada estadounidense desde portaaviones y bases costeras. Proporciona una supresión avanzada de las defensas aéreas enemigas.
«La posibilidad de integrarse con el F-22 de la ANG (Guardia Nacional Aérea) de Hawái permitió al VAQ-209 la oportunidad de llevar a cabo misiones aire-aire -incluyendo maniobras básicas de combate- con un caza muy avanzado y de gran empuje-peso, lo cual es una oportunidad rara y única para un escuadrón VAQ», dijo el Comandante de la Reserva Naval Peter Scheu, oficial de asuntos públicos del VAQ-209. «Este espacio aéreo les permite maximizar el tiempo, el combustible y el entrenamiento que no está disponible en su estación de origen».
Los pilotos, el personal de mantenimiento de las aeronaves y los planificadores de las misiones confían en los ejercicios para aumentar sus competencias de combate, su ingenio y su capacidad de integración con otras aeronaves avanzadas.
«Estamos haciendo muchos reabastecimientos en vuelo, que no tenemos esa oportunidad en casa, así que estamos probando nuestras capacidades en el aire», dijo la contramaestre de primera clase Natasha Williams, mecánica de aeronaves del VAQ-209. «La tecnología de aeronaves no detectables utilizada para el esquema de colores de nuestros aviones nos ayuda a pasar desapercibidos, y el revestimiento protector nos ayuda a reflejar el radar».
Aunque el objetivo principal del ejercicio era poner a prueba y mejorar las habilidades de combate con las unidades asociadas para garantizar la superioridad aérea, también proporcionó un entorno de colaboración para conectar y mejorar la comunicación.
«Una gran parte de la comunicación es que usamos diferentes palabras para decir lo mismo», dijo el teniente coronel Steven Augugliaro, director de Sentry Aloha. «Por ejemplo, en la USAF, llamamos ‘2-Ship’ a dos cazas que vuelan en formación. En la Armada, llamarían a esa misma formación una ‘Sección’. Familiarizarse con los diferentes términos en un entorno conjunto puede ayudar a romper las barreras de comunicación cuando se trabaja en conjunto».
La integración de las plataformas de combate aumenta la preparación general de la misión para ambos escuadrones, ya que aprenden a aprovechar las capacidades cuando ambos aviones operan juntos, un concepto conocido como multiplicador de fuerzas en la comunidad de cazas.
ANG/JOINT BASE PEARL HARBOR-HICKAM, Hawaii. Enero 31 de 2022
