El Secretario de la Fuerza Aérea, Frank Kendall, y los máximos responsables militares de la Fuerza Espacial declararon ante una comisión de la Cámara de Representantes el 17 de abril que la defensa adecuada de la nación frente a los adversarios modernos exige que los servicios se modernicen rápidamente y que el Congreso aporte fondos de forma oportuna y predecible.
Los mensajes dominantes de Kendall, del General David W. Allvin, Jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, y del General Chance Saltzman, Jefe de Operaciones Espaciales, fueron casi idénticos, palabra por palabra, a los puntos de vista que expresaron el día anterior ante los miembros del Comité de Servicios Armados del Senado y una semana antes ante un subcomité de Asignaciones del Senado.
«Como ustedes saben, el retraso de seis meses ha tenido un impacto real. Ese tiempo no se puede recuperar, pero al menos ahora podemos seguir adelante con nuestras prioridades urgentes de modernización», dijo Kendall al Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes, en referencia a que el presupuesto del año en curso se finalizó el mes pasado en lugar del 1 de octubre de 2023, cuando comenzó el año fiscal.
«El tiempo es mi mayor preocupación – estamos en una carrera por la superioridad tecnológica militar con un desafío de ritmo capaz», dijo Kendall a los legisladores. «Nos hemos quedado sin tiempo. Como ya hemos informado al Comité a nivel confidencial, la amenaza del avance avanza sin cesar. El fracaso continuado en proporcionar a tiempo las autoridades y los créditos dejará a la Fuerza Aérea y a la Fuerza Espacial inadecuadamente preparadas.»
Pero apartándose de su discurso, Kendall utilizó también el reciente bombardeo iraní de más de 300 misiles balísticos, drones y misiles de crucero contra Israel para ilustrar vívidamente lo que está en juego hoy en día en la competencia con China.
«Irán se encontró con un entorno altamente competitivo. Y a lo que nos enfrentamos con China es a un entorno altamente disputado», dijo Kendall a la comisión sobre el ataque del 13 de abril en el que casi todas las armas lanzadas contra Israel fueron interceptadas por una coalición que incluía a Estados Unidos.
«A lo que me dedico -y a lo que nos dedicamos todos aquí- es a garantizar que Estados Unidos nunca tenga un resultado como el que tuvo Irán en su intento de atacar a Israel», dijo Kendall. «Eso es lo que impulsa gran parte de lo que estamos haciendo y por lo que es tan importante pasar de sistemas heredados que no fueron diseñados para ese tipo de entorno a otros que sí lo están y son capaces de afrontarlo».
Aparte de eso, los objetivos y prioridades señalados por Kendall, Allvin y Saltzman se hicieron eco de los ya expresados anteriormente. Que los servicios deben modernizarse para tener en cuenta y hacer frente a las acciones de China y a su creciente ejército, y posicionar a los servicios para afrontar el reto. Los tres líderes aportaron su visión y análisis sobre la solicitud presupuestaria de 217.500 millones de dólares para el año fiscal 2025, que comienza el 1 de octubre. Hablaron de las concesiones que se hicieron y de cómo el gasto encaja en la estrategia de seguridad nacional más amplia de la nación y por qué es fundamental tener un nuevo presupuesto a tiempo.
«Las exigencias simultáneas de la competición estratégica con una agresiva y cada vez más capaz (China) y las persistentes y agudas amenazas de todo el mundo exigen que la Fuerza Aérea maximicen la preparación de las fuerzas actuales, al tiempo que adaptan nuestras estructuras y procesos para ofrecer la mejor oportunidad de prevalecer en un entorno de duradera competición de grandes potencias», dijo Allvin, añadiendo: «El tiempo no está de nuestro lado».
Al describir los planes y necesidades para el espacio, Saltzman se mostró tan claro y rotundo como en sus primeras comparecencias ante el Congreso. También destacó una nueva estrategia que la Fuerza Espacial acaba de presentar para utilizar mejor las empresas espaciales comerciales con el fin de ayudar al servicio a cumplir sus misiones y desarrollar equipos nuevos y más sofisticados con mayor rapidez. Los legisladores elogiaron en general esta iniciativa.
«Frente a un adversario casi par, la superioridad espacial es el eje. Sin ella, no podemos disuadir un conflicto. Sin ella, no podemos proporcionar efectos vitales. Sin ella, no podemos proteger a la fuerza conjunta. Hasta que no hayamos construido la infraestructura necesaria para alcanzar la superioridad espacial, la Fuerza Espacial será un trabajo en curso», afirmó.
Para el espacio, Saltzman dijo: «Nuestra solicitud presupuestaria está diseñada para construir, entrenar y equipar las fuerzas que necesitamos para llevar a cabo cada actividad, preservando la libertad de acción en el espacio al tiempo que disuadimos y negamos los objetivos adversarios.»
Como es habitual, las preguntas de los legisladores durante la audiencia en la Cámara de Representantes, que duró casi dos horas y media, fueron variadas y diversas, tocando temas que iban desde la utilidad de una disuasión nuclear a tres bandas hasta los índices de capacidad de misión del caza de primera línea F-35, pasando por el análisis que impulsa las decisiones de desinversión de aviones y plataformas o los cambios en el reclutamiento y la retención. De las dos audiencias de esta semana surgieron preguntas sobre los programas de diversidad e igualdad, los planes de la Fuerza Espacial para las funciones espaciales actualmente asignadas a la Guardia Nacional Aérea, y preocupaciones más locales como los planes para las bases de Michigan y Nebraska.
Kendall afirmó que la tríada nuclear de misiles balísticos terrestres, misiles lanzados desde submarinos y, por último, armas acopladas a aviones sigue siendo un planteamiento válido. Ese sistema, dijo, garantiza que Estados Unidos conserve la capacidad de responder en caso de necesidad y esa certeza respalda la disuasión nuclear que ha tenido éxito durante generaciones.
En respuesta a las repetidas preguntas sobre la preferencia de la Fuerza Espacial por la transición de los Guardias a puestos de Guardianes a tiempo parcial dentro de la Fuerza Espacial en lugar de crear una Guardia Nacional Espacial, Kendall dijo que el vigoroso debate era desproporcionado en relación con el efecto real, ya que sólo se verían afectados unos 600 efectivos.
Además, dijo que el personal operaría de forma muy similar a como lo haría si estuviera en la Guardia Nacional y que el uso de una nueva ley aprobada el año pasado es más eficaz y eficiente.
«Es una lástima que esto se haya politizado», dijo Kendall, señalando que la ley que el Congreso aprobó el año pasado da a la Fuerza Espacial flexibilidad en la gestión de los Guardianes a tiempo parcial, al tiempo que evita la burocracia y los gastos generales adicionales.
US Space Force/Abril 18 de 2024
